La fiesta por la paz en Colombia se trasformó en frustración este domingo. Todo el planeta esperaba con gran expectativa los resultados del referéndum de este domingo en Colombia, sobre la ratificación de los acuerdos de paz; sin embrago, los resultados finales mostraban que, el 50.21% de los ciudadanos que acudieron a votar lo habían rechazado.
A este resultados contribuyó la obtención, la cual superó el 62.6% de los electores, la más grande en los últimos 22 años; en buena parte, producto de las lluvias torrenciales provocadas por el huracán Matthew, las que impidieron que más de 4 millones de electores no acudieran a ejercer a su derecho al voto, para respaldar los acuerdo de paz logrados entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.
Sin embargo, este resultado inesperado no marca el fin del proceso de paz, la negativa a ratificar los acuerdos de paz sólo provocará un retraso y, seguramente, permitirá mejorarlos. No ha sido un rechazo contundente, la diferencia entre el Sí y el No fue apenas de 0.21%, pero suficiente para considerarlo como un rechazo por los ciudadanos hasta ahora, batiendo todo pronóstico.
El rechazo de este histórico acuerdo de paz firmado en septiembre, que pone fin a más de cincuenta años de enfrentamientos militares en Colombia ahora deberá ser renegociado, pues las dos partes han declarado su vocación de paz y no se cuestiona el acuerdo de alto el fuego del pasado 29 de agosto; por el contrario, el presidente Santos ha ratificado su apoyo al proceso y su vocación de paz, afirmando “no me rendiré; seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato”, ratificó.
Por ahora, lo más relevante parece ser volver a la mesa de negociaciones, llevar a ella los párrafos del acuerdo que han sido cuestionados y acercarlos a lo que podrían estar reclamando los ciudadanos para poder respaldar contundentemente esos acuerdos. Los resultados del referéndum dejan en claro que, el texto final de los acuerdos no tienen el conceso de todos los ciudadanos, por lo que las dos partes ahora deberán acudir a la mesa de negociaciones para perfeccionar los acuerdos.
La impunidad no debe ser para nadie. Este ha sido uno de los temas más cuestionados en Colombia, pero no debe ser sólo un tema que se relacione con los guerrilleros que se desmovilicen, la impunidad no debe ser para ningún sector que ha participado en el conflicto en estos años y a cometido actos de genocidio y crimines de guerra. Clarificar este tema, debe permitir que al pacificar al país, vuelva la armonía y unidad entre todos los colombianos.
Aunque los enemigos de la paz y partidarios de No, el Ex presidente Álvaro Uribe como líder de este movimiento entre ellos, han festejado los resultados de la consulta de este domingo, y pareciera que el proceso de paz ha quedado en el limbo y puesto en evidencia la existencia de un país dividido, el diálogo no está roto; por el contrario tanto el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez “Timochenko” como el Presidente Juan Manuel Santos, han blindado el proceso de paz con sus declaraciones.
Timochenko a dicho que “la FARC-EP lamentan profundamente que el poder de los que siembran odio y temor hayan influido en la opinión de la población colombiana” y señaló que continuaría el ceses al fuego unilateral de manera definitiva hasta alcanzar la paz; mientras que Juan Manuel Santos, precisó “el cese al fuego sigue y seguirá vigente” pese a que la mayoría de los electores rechazaron en el plebiscito el acuerdo de paz con las FARC.
El Presidente Juan Manuel Santos, luego de concluir la reunión con todos los partidos políticos que convocó, con la ausencia de Uribe, señaló a través de su cuenta de twitter, @JuanManSantos, precisó que “Buscar unidad es hoy más importante que nunca. Agradezco apoyo de partidos para abrir diálogo nacional en pro de la paz”; mientras que la misión de la OEA recomendó al gobierno que adopte medidas para evitar el abstencionismo. Es a los colombianos a quienes compete decidir lo que deben hacer y cómo, así que habrá mucho que escribir aún sobre Colombia y la paz.
