HOMO POLITICUS
Sólo existen dos reacciones posibles ante la desesperanza.
Cherán es una comunidad en Michoacán que sistemáticamente ha sido saqueada por taladores, que provocaron desolación y muerte.
Ante la carencia de respuesta de las autoridades, los habitantes de Cherán se armaron de valor y enfrentaron a las mafias de talamontes, no sin un costo social, no sin muerte, pero han logrado generar un autogobierno por usos y costumbres, que ha depurado las anomias y las infamias que les ponían el pie al cuello.
Esta forma de autogobierno en vez de ser pensada como una innovadora forma de conducción social, no es otra cosa que una respuesta desesperada de esta comunidad que enuncia los vacíos de poder y ausencia del gobierno que pudiera defender no sólo su patrimonio, sino el patrimonio de México.
Los abusos que han sufrido los pobladores de Cherán son inenarrables; muchos de sus habitantes recuerdan a algún familiar asesinado por las mafias de Talamontes, muchos de ellos recuerdan que sus tierras les fueron arrebatadas en una realidad cruenta, por ello se unieron e hicieron frente con valentía inédita a las mafias que asolaban su pueblo.
Hoy en Cherán los partidos políticos no tienen presencia, las autoridades no tienen presencia, al menos no las que provienen de la clase política, así como tampoco existe la presencia de un gobierno “formalmente instituido”, ¿para qué?, si los gobiernos formales son en esencia la descomposición orgánica, ¿para qué?, si los políticos en su mayoría son corruptos e inoperantes.
Cherán no puede causarnos orgullo, es la respuesta desesperada y extrema de un pueblo que no fue atendido, que no se le escuchó y que no le importó al gobierno.
¿Cuántos Cherán serán necesarios para que el Estado mexicano asuma su responsabilidad y depure los estragos y desigualdades que hoy existen en el país?, esperemos que no tengamos que ver a los pericos mamar antes que esto suceda.
