La madre de todas las elecciones; un sistema que languidece

La madre de todas las elecciones; un sistema que languidece

RETRATOS HABLADOS

Más de cuatro mil millones de personas saldrán a votar este año en el mundo (algo así como el 50 por ciento de la población mundial), para elegir representantes a cargos de elección popular, en medio de una interrogante cada vez más constante y con absoluta carga de veracidad, a la luz de los resultados: ¿todavía es funcional el camino que hemos dado en calificar como el único, o el más correcto para elegir a nuestras autoridades? ¿No estaremos ante el último intento para evitar regresar  a los ritos mágicos, que dejaban a un ser divino, la elección de los seres humanos que ejercerían el poder a su nombre, siempre a título vitalicio y heredable hasta el infinito?

     Y en síntesis: ¿los constantes fracasos en la selección y elección de quienes aplican las artes del poder, con resultados patéticos, sea de tendencia de izquierda o derecha, obligan a descubrir y apostar de nuevo por esquemas teocráticos y hasta monárquicos?

     Veamos al país y lo que sucederá en este 2024: se elegirá Presidente de la República para un período de seis años, sin posibilidad de reelección, que entrará en funciones el 1 de octubre del presente año.

     También llevaremos a la Cámara Alta a 128 senadores, bajo la fórmula de bonos por participación de dos senadores de mayoría simple y uno de primera minoría por cada una de las 32 entidades federativas, es decir: 32 senadores de representación proporcional, que sí tendrán derecho a reelegirse por única ocasión.

     El papel del Senado de la República será fundamental si cae de manera absoluta, en manos del partido mayoritario, que de este modo podría convocar a un nuevo Constituyente y dar vida al sueño siempre constante de quien ha sido tocado por la divinidad del poder, y poner en marcha la hechura de una Nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como primer paso a impulsar el ungimiento por vía del Todopoderoso.

     También se elegirán 500 diputados federales: 300 elegidos por mayoría simple y 200 mediante el principio de representación proporcional a partir de cinco listas regionales por partido. Todos ellos electos para un periodo de tres años con posibilidad de reelección por hasta tres periodos consecutivos adicionales. Ningún partido podrá tener más de 300, todo de acuerdo a datos del INE.

     Vamos al caso Hidalgo:  elegiremos 30 diputados locales, 84 presidentes municipales, 98 síndicos y 912 regidores.

     Se trata de los comicios más grandes jamás llevados a cabo, pero siempre con un interrogante común: ¿la vía democrática aún es funcional, uando a tanto pragmatismo que ha unido en un mismo camino a políticos de izquierda, derecha, ultra izquierda, ultra derecha, para pelear el poder por el poder, sin rubor alguno y ya sin ideales claros?

    En términos concretos: ¿caminamos sin plena conciencia al despeñadero, en donde solo el poder otorgado por mandamiento  divino habrá de perfilarse como eventual salvación?

Mil gracias, hasta mañana.

Related posts