Home Nuestra Palabra Javier Peralta Todavía no somos, ni pérdida ni recuerdo… a darle duro al año que empieza

Todavía no somos, ni pérdida ni recuerdo… a darle duro al año que empieza

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Todavía no somos, ni pérdida ni recuerdo… a darle duro al año que empieza

LAGUNA DE VOCES

Se pudiera pensar que el ruido que se escucha es el de una máquina vieja, llena de herrumbre, incapaz de volver a ponerse en marcha, porque ha padecido verdaderos calvarios a lo largo de muchos días, sin espacio real para un descanso merecido, y sí en cambio semanas y meses plenas de preocupaciones que hoy laman estrés, pero el resultado es el mismo y de manera constante y machacona todos los discursos de apoyo, igual a los de las honras fúnebres, insisten en que solo vale el día de hoy, que porque el ayer dejó de existir y el futuro no ha llegado. Cosas de ese tipo, pero con un resultado similar: la incredulidad del moribundo en recuperación, porque bien que lo sabe, no por brincar de una fecha a otra se remediarán todos los males que lo trajeron a un estado tan deplorable y lastimero.

Pero son ciertos todos esos consejos carentes de novedad alguna, de originalidad, tal vez un poco más llamativos en los mensajes que llegan a cienos por las redes sociales, y que ahora incluyen hasta música y videos, donde se ve un río que no se cansa de caminar por quién sabe qué lugares, pero no existen, porque semejante serenidad solo en la imaginación.

Lo cierto es que la maquinaria rechina, se queja, porque ya no quiere ni desea caminar, y es que las luces del camino se han ido apagando una por una, y no pasa día sin que se vaya de boca contra algún obstáculo del camino, con el dolor propio de pegarse en los dientes, aflojarse uno que otro, y reventarse el labio superior. Han desaparecido tantas luces desde que no nace, que parece sin sentido acordarse, recordar lo bien que iluminaban el camino con tan solo unas palabras.

Despertarse en un nuevo año, aquí en la Huasteca hidalguense, no hace sino traer de regreso verdades que por alguna razón olvidamos, o hicimos que olvidamos, para creer que, después de todo, jugar a los ceremoniales en que un día cualquiera convertimos en último, puede poseer capacidades casi milagrosas para hacer cuenta cero y arrancar de nuevo, peo no es así. El ser humano es la suma de sus dolores, de sus felicidades, de cada uno de los capítulos que le tocó escenificar de protagonista, de actor, de simple extra, de alguien que movía una silla de espaldas a la cámara para nunca aparecer de nuevo.

Así que la maquinaria es la primera que da muestras claras de que ya no es la misma, de que sus engranajes se han oxidado, plagado de herrumbre, de tornillos que se patinan, de partes inservibles, porque todo se acaba con el tiempo y con el uso.

Seguramente le pasa a todos, niños, jóvenes y viejos, pero por tradición se le cuelga a los casi ancianos el letrero de que ya es maquina en proceso de ser arrumbada, herrumbrada, olvidada, y eso lleva a que se haga gala de todos los recuerdos habidos y por haber, para acabar, con bastante regularidad, con los ojos hinchados de tanto llorar y moqueado hasta el cabello y las orejas. Cosas de viejos que tienen la manía de tener memoria, cuando lo mejor sería el olvido constante y sonante.

Pero hoy empezó el 2024, y se empieza a  la certeza, de que hay poco espacio para la ternura, para la necedad de otorgarle poderes mágicos a los días, de simplemente empezar a hacer caso a los que aconsejan exprimir cada hora, cada segundo, aunque la maquinaria se queje y suelte gritos de angustia.

Después de todo, nunca como en este año que se fue, llegamos con tantas pérdidas, tantas ausencias que ahí estarán, hasta que uno mismo sea otra pérdida y otra ausencia. 

Así que vale la pena apostar todo, absolutamente todo al amor, al sentido de amor que todavía existe en el corazón, en el lugar más estrecho del pecho, donde apenas alcanzan suspiros, ligeros suspiros, que solo escucha el que los deja escuchar uno a uno.

Después de todo, todavía no somos ni ausencia, aunque lo seremos, nos guste o no.

Mil gracias, ya empezamos el 2024.

Mi Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

X: @JavierEPeralta