Inesperado gesto entre el judío Netanyahu y el palestino Abbas

Simón Peres, expresidente israelí y premio Nobel de la Paz, cabalgó ayer simbólicamente, después de muerto, en su propio funeral, organizado en Jerusalén: logró lo que muchos líderes del mundo no consiguieron en más de seis años: que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, estrechara en Israel la mano del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, presente en el cementerio nacional del monte Herzl.

Fue un hermoso gesto de impredecibles consecuencias diplomáticas. Pero después de la ruptura de las negociaciones israelo-palestinas en abril de 2014, la imagen del saludo entre ambos dirigentes parecía difícil de repetirse.

La ceremonia, transformada en un cónclave internacional al que asistieron dignatarios de unos 70 países, fue el mejor escenario que el presidente fallecido a los 93 años pudo legar para el reencuentro de Abbas con Netanyahu.

Aunque en la Ciudad Santa para las tres religiones del libro las acciones suelen valer más que las palabras, el elogio fúnebre pronunciado por el presidente de EU, Barack Obama, ante el féretro de Peres, que cerró el acto oficial, volvió al menos a poner el foco de la atención internacional sobre un proceso de paz que parecía ya enterrado.

El mandatario norteamericano fue el único orador que se refirió por su nombre a Abbas, sentado en primera fila junto a otros jefes de Estado y de Gobierno. “Su presencia nos muestra que la tarea de paz aún no ha concluido”, destacó.

EL ÚLTIMO PADRE FUNDADOR DE ISRAEL. En su homenaje a la figura del finado, Obama también recordó que, “incluso frente a los ataques terroristas, frente a los desacuerdos en la mesa de negociaciones, Peres insistió en que [los palestinos] eran seres humanos”. Rememoró además sus propios encuentros con un “gigante del siglo XX”, y un líder israelí que se entrevistó “con todos los presidentes estadounidenses del John F. Kennedy”. De una de esas citas extrajo una reflexión de Peres que -pronunciada en Jerusalén y ante el primer ministro Netanyahu y el presidente Abbas- sonó a algo más que una frase de despedida a un viejo exmandatario fallecido: “El pueblo judío no vino a este mundo a dominar a otro pueblo. Estamos en contra de amos y esclavos”.

 

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