Por el derecho a existir
En el marco del próximo proceso electoral en el estado de Hidalgo, es imperativo dirigir nuestra atención hacia la participación política de las comunidades indígenas, cuya presencia y voz son fundamentales para el desarrollo y equidad de nuestro entorno. La importancia de esta reflexión se agudiza ante la necesidad de prevenir y denunciar la usurpación de la identidad indígena con fines políticos.
La diversidad cultural y étnica que caracteriza a Hidalgo constituye un activo invaluable que debe ser reflejado en la esfera política. En este contexto, es esencial abogar por una representación auténtica y significativa de las comunidades indígenas en los ayuntamientos y diputaciones que regirán los destinos de nuestra región en los próximos años.
La usurpación de la identidad indígena ya sea por desconocimiento o con intenciones manipuladoras, es una afrenta a la integridad de estas comunidades y a la legitimidad del proceso electoral. Es deber de la sociedad en su conjunto y de las autoridades electorales velar por la autenticidad de las candidaturas, promoviendo la denuncia de prácticas que distorsionen la representación genuina de nuestras comunidades originarias.
En este sentido, es menester resaltar la importancia de garantizar y promover los derechos político-electorales desde la perspectiva de la comunalidad. El reconocimiento y respeto por los procesos de toma de decisiones propios de las comunidades indígenas son esenciales para construir una democracia inclusiva.
Las voces de la ciudadanía son fundamentales para fomentar el diálogo intercultural, promoviendo la comprensión y el respeto mutuo entre todas las comunidades presentes en nuestro estado. La diversidad no debe ser vista como un obstáculo, sino como una fortaleza que enriquece el tejido social y político de nuestra región.
Y así quienes aspiren a un cargo de representación se comprometan a realizar un ejercicio con la transparencia, la ética y la defensa de los intereses de sus representados. La construcción de políticas inclusivas y la atención a las necesidades particulares de las comunidades indígenas son elementos cruciales para consolidar un entorno político justo y con mejores horizontes.
En seis meses, la ciudadanía tiene una cita con la democracia, por el presente y futuro de las generaciones, las urnas esperarán para recibir el voto de cada persona que acuda al llamado; el voto también representa una oportunidad para garantizar que quienes resulten electos sean personas que se comprometan con las agendas colectivas de las comunidades.
En conclusión, abogamos por un proceso electoral en Hidalgo que refleje la diversidad y riqueza cultural que se expresa en sonidos, colores, costumbres y visiones de las comunidades indígenas. La participación activa de los sujetos de derecho indígena en la toma de decisiones es esencial para construir un futuro donde la pluralidad sea valorada y respetada en todas sus manifestaciones, esto implica mirar a las personas pertenecientes a pueblos y comunidades indígenas, a partir de los derechos humanos individuales y colectivos, reconocer su capacidad de agencia en la vida pública y eliminar todo sesgo de racismo y clasismo que aún impera en los espacios de poder.
