
La actriz Tilda Swinton afirmó este lunes en Marrakech que para ella “cualquier trabajo comercial es experimental” y se mostró convencida de que aún se pueden hacer filmes “verdaderamente rompedores en los grandes estudios de cine”.
La actriz, de descendencia escocesa y que vive en ese país desde hace años, ha dedicado gran parte de su carrera al cine experimental y demostrado su versatilidad en títulos como ‘Io sono l’amore’ (Yo soy el amor), ‘Snowpiercer’ (Rompenieves), ‘The Grand Budapest Hotel’ (El gran hotel Budapest) o ‘We Need to Talk About Kevin ‘ (Tenemos que hablar de Kevin).
Para Swinton, meterse en los estudios de Hollywood, “aunque fuera solo un tiempo”, ha sido “muy interesante”.
“Ir a esos grandes y antiguos salones sagrados, y ver si siguen siendo sagrados o no, es muy importante”, dijo para añadir que luego “volver a casa” y trabajar “de una manera mucho más decidida” con directores como Joanna Hogg, significa para ella “paz”.
“Pero veo la magia en ambos mundos. Hay magia en todos sitios porque todo depende de la gente”, agregó en un encuentro con el público en el marco del Festival de Cine de Marrakech.
Las personas, insistió, son las que hacen las películas, porque el guion “es solo un trozo de papel que tiene que coger vida en la pantalla”.