OPINIÓN | ¡Cuánta pena da Xóchitl Gálvez! 

OPINIÓN | ¡Cuánta pena da Xóchitl Gálvez! 

Parece que fue ayer cuando siendo candidata para la gubernatura de Hidalgo, Xochitl Gálvez echaba pestes contra el PRI, criticaba los gobiernos del tricolor e incluso se cobijaba con dos consignas que se convirtieron en porra de los entonces seguidores de la candidata: “Ya llegó, ya está aquí, la que va a chingar al PRI”, “Ahí viene Paco Olvera, escondan su cartera”.

Hoy, a dos sexenios de esa situación, reaparece la política empresaria, convertida en la candidata de la oposición. Un perfil destapado y casi elegido por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, una  senadora que a pesar de haber comenzado sus actos públicos para consolidar la candidatura del Frente Amplio por México, no dejó el hueso en el recinto donde recientemente, en lugar de estar en la sesión, que es para lo que se le paga, estaba partiendo el pastel de la senadora del grito, Kenia López. 

Da pena ajena ver el perfil de Xochitl, arrinconado y mamando “chiche” de aquellos a los que más de una vez señaló, ha de ser bien feo tener que tragarse la ideología y las palabras que alguna vez se dijeron, con la esperanza de que haya un apoyo, aunque sea mínimo a su campaña, ya que lo único certero que hay hasta el momento es el triunfo arrasador de Morena, Xóchitl poco a poco se va tiznando y convirtiendo en la muñeca fea que se abandona en el rincón más lúgubre de la casa. 

Lo sucedido el pasado fin de semana con el discurso que “se le fue” y su risa idiota que no pudo denotar otra cosa que estupidez, la virtual, aunque ya anunciada, candidata del PRI, PAN y PRD, solo mostró su derrota pronosticada, diagnosticada y sentenciada. Y se ha convertido en la tabla salvavidas de algunos cargos públicos o escaños en el Congreso de la Unión, aunque los líderes de los partidos políticos no se hayan dado cuenta por la estupidez en la que se han sumido, que quizá ni para eso les alcancen las cartas en 2024.

En verdad que da pena a Xóchitl dando la bienvenida a Paco Olvera, en serio que da pena la señora cuando se le va el discurso, en verdad que da pena cada vez que se queda sin argumentos por todo el pasado que cargan los pillos de su alrededor y más pena da cuando tontamente cree que puede si quiera engañar a la gente. 

Xóchitl está perdida, su campaña nació muerta y conforme llega el tiempo electoral su hundimiento es más evidente. La ruptura con la clase política, sus intentos fallidos de convertirse en un buitre de la desgracia, y la estupidez de pretender que gente que la derecha ha pisoteado con sus políticas neoliberales la va a apoyar solo refleja el desconocimiento de la realidad social.

Que alguien le diga a Xóchitl que aunque la mona ande en bicicleta mona se queda, que aunque vista de huipil no dejará de ser la oportunista y arribista empresaria que forma parte del cartel inmobiliario, que aunque pretenda hacer creer que amasó una millonaria fortuna vendiendo gelatinas no lo va a conseguir, porque su discurso está muy alejado de la realidad, en vano que recuerde a Colosio cuando ella está siendo respaldada por el partido que lo asesinó, en balde cualquier discurso ante el pasado que tiene el PAN, el PRD y el PRI. 

El problema con Xóchitl Gálvez es que con la alianza de esos tres partidos y los perfiles que se tienen ahí, hay material de sobra para hacer pedazos su campaña, hay material extra para hacerla quedar en ridículo, hacerla caer en incongruencia y sobre todo, reclamar un pasado lleno de corrupción que ella misma se ha echado encima al pelear una candidatura que aunque le deje ganancias, la va a dejar sin dignidad. En verdad que ¡Cuánta pena da Xóchitl! Y todavía no empieza siquiera el momento de las precampañas. 

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