Peña Nieto: Devaluación del peso es culpa de Donald Trump

La desconfianza de los inversionistas en México está haciendo que saquen sus dólares del país

Esta semana la moneda nacional ha superado los 20 pesos por dólar, aumentando la preocupación entre los mexicanos. El presidente Enrique Peña Nieto ha buscado culpables de la inestabilidad del peso, él considera que el desplome de los precios internacionales del petróleo y el posible aumento de las tasa de interés en Estados Unidos, así como Trump, quien amenaza con poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y bloquear las remesas que envían los mexicanos que viven en los Estados Unidos, están en el origen de la devaluación del peso mexicano.

El presidente Peña no ha hecho referencia a la incertidumbre que prevalece en la economía mundial por la crisis económica iniciada en 2008 en los Estados Unidos y la recesión actual; tampoco ha hablado sobre el efecto de las sanciones a Rusia y la guerra en Medio Oriente (Siria, Irak y Afganistán) sobre el comercio, ni a la crisis de refugiados. Menos aún, el presidente no se ha referido al aparente fracaso de sus reformas aprobadas en 2013, al endeudamiento progresivo de la economía ni a la inseguridad y la violencia desatada por el crimen organizado en el país, expresión de la crisis en el país; para él hay un solo culpable de la devaluación y de los males de México: Donald Trump.

La visión del presidente Enrique Peña Nieto no le permiten ir más lejos y analizar que en el fondo de la devaluación del peso está una desacertada política económica que ha sido incapaz de promover la certidumbre y seguridad  de los inversionistas, que ha sido incapaz de utilizar la demanda agregada de la economía como recurso ante la desaceleración del comercio mundial, de utilizar el gasto público en infraestructura como multiplicador de las inversiones, del empleo, de los ingresos de los hogares y del incremento del consumo interno.

La desconfianza de los inversionistas en México está haciendo que saquen sus dólares del país. Según JP Morgan, el riesgo país de México, de acuerdo a al índice EMBI (Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) es, es de 6.67%. Mientras el discurso oficial habla del éxito de las reformas, de la pacificación del país y de las bondades de la política económica instrumentalizada, la cual no es diferente a la seguida en los últimos 12 años, la realidad dicta otro cosa distinta al contenido del discurso.

El peso ha pasado de estar sobrevaluado a subvaluado. El 20 de enero pasado nos alarmábamos porque el peso había superado la barrera de los 19 pesos por dólar, al venderse en 19.05 pesos la moneda estadounidense, cuando en realidad, en una libre flotación sin intervenciones del Banco de México, debía hacerlo en  17.60 pesos, su verdadero valor. Ahora, el lunes pasado superó la barrera de los 20 pesos por divisa estadounidense, al venderse en 20.09 pesos.

En noviembre pasado, cuando el peso se cambiaba a 16.93 pesos por dólar en el mercado de divisas, la sobrevaluación aún era de 2.8%. Es decir el peso mexicano se seguía vendiendo por debajo de su verdadero valor de mercado y el Banco de México gastaba divisas para defender su paridad respecto al dólar, la cual fue fijada en 16.40 pesos por dólar en el “Paquete Económico 2016”. Gracias a la devaluación en 2015, su sobrevaluación pasó de 24% en 2014 a 8% en 2015, en promedio anual, haciendo más competitivas las exportaciones nacionales en el mundo frente a las chinas.

En octubre de 2014 planteábamos que al concluir 2012 la sobrevaluación había superado el 19.8% y el peso debía venderse en 15.80 pesos por dólar estadounidense; en 2013 la sobrevaluación fue de 26.3% y sin la intervención de Banco de México, su valor debió haber sido de 16.12 pesos por cada dólar; luego, en 2014, con una sobrevaluación de 24.2% el peso debió venderse en 16.50 pesos por dólar.

Ahora, el peso mexicano está bajo otra realidad, la situación interna de la economía del país y el contexto internacional incierto en que se mueve, han hecho que de sobrevaluado pase a estar subvaluado. La devaluación ha hecho que el peso en un año pierda 20.23% de su valor, si comparamos la cotización de venta del peso de ayer jueves en algunos bancos de 20.30 pesos por dólar, con el promedio de septiembre de 2015, el cual fue de 16.88 pesos.

El gobierno federal no puede culpar a Trump de su incapacidad para conducir la política monetaria y la política económica en su conjunto, la cual es su responsabilidad. México no ha perdido aún su soberanía monetaria para decidir las medidas de política monetaria a llevar a cabo para garantizar el buen funcionamiento de su economía.

Dejar que el Banco de México salga a vender dólares para defender una paridad del peso que jamás va poder controlar frente a las fuerzas del mercado hoy resulta absurdo; en necesario dejar que sea la oferta y la demanda quien determinen su paridad, para pasar a instrumentar medidas de política económica que permitan aumentar la productividad de la economía nacional e incidan en la estabilidad de la moneda nacional.

El mercado puede ser hoy la mejor forma de dar certitud a los inversionistas y de estabilizar el peso ¿Por qué seguir gastando las reservas nacionales en divisas para defender el peso? Hay que considerar que la inversión extranjera que ha estado llegando a México en los últimos años no ha sido preferentemente directa, sino dirigida al mercado accionario y del dinero, por lo que su salida repentina termina generando esas presiones sobre el peso mexicano, al incrementarse la demanda de dólares; de aquí que el peso haya superado los 20 pesos por dólar hoy, producto de la incertidumbre del comercio mundial, de la recesión de las principales economías del planeta y de la preocupación por la posible llegada de Donald Trump a La Casa Blanca, poniendo en jaque los acuerdos de libre comercio y terminando con el TLCAN con México y el embargo de las remesas.

Related posts