El transporte público de Pachuca, una verdadera pesadilla para miles de usuarios

El transporte público de Pachuca, una verdadera pesadilla para miles de usuarios
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Diferentes rutas se caracterizan por tener choferes cafres, con actitudes groseras y prepotentes, muchos carecen de tarjetón o lo esconden, unidades sin placas y muchas más irregularidades

En un verdadero cáncer terminal se encuentra convertido el Sistema de Transporte Público en esta capital hidalguense, ello en prejuicio de los miles de usuarios que día a día tienen la necesidad de transportarse de un lugar a otro, ya sea para acudir a sus lugares de trabajo o por otro tipo de actividad.

No hay quien le ponga freno a tanta irregularidad, pareciera que concesionarios y choferes tuvieran la complacencia de las autoridades y los únicos que pagan los platos rotos terminan siendo los pasajeros.

Son los adultos mayores, discapacitados y mujeres quienes sufren más los abusos en su contra, pues enfrentan la hostilidad de los choferes, que a los primeros en muchas de las ocasiones no les respetan el descuento que se les otorga del 50%, aduciendo que sólo tienen permitido hacer esta rebaja a dos personas de la tercera edad por cada día

Dar solución y poner en orden este servicio es competencia de la Secretaría de Movilidad y Transporte del estado de Hidalgo, aunque la obligación de sus directivos es formular, elaborar, revisar, coordinar y dar seguimiento a los Programas de Movilidad y Transporte; así como el implementar medidas necesarias para prevenir y atender la violencia contra las mujeres por razón de género, en específico el acoso sexual contra de las mujeres en las unidades de servicio público de transporte, de conformidad con lo establecido en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Hidalgo, ello actualmente parece haber quedado en el olvido.

Hoy en día la complacencia para tolerar y permitir infinidad de irregularidades, parece estar pactada, o cuando menos queda muy claro que la tranquilidad y estabilidad de los usuarios no forma parte de la prioridad.

Las múltiples deficiencias y abusos que se generan diariamente abarcan todas las rutas debidamente establecidas, que circulan por la capital hidalguense, hallar un caso diferente es como buscar una aguja en un pajar, no hay una sola ruta que se distinga por lo contrario.

Simplemente no hay día en que las unidades del transporte colectivo, circulen con el cupo permitido de pasajeros, los choferes ya se acostumbraron a llevar sobrecupo, sin importarles que sus unidades vayan completamente atascadas, sin preocuparse por el peligro en que ponen  los usuarios.

Además, a ello hay que sumar a manera intrépida y con exceso de velocidad para conducir, todo con tal de ganarle el pasaje a la colectiva que circula detrás de ellos, las señales de semaforización las hacen a un lado, en esa consigna, ellos utilizan el rojo como si fuera verde y se pasan los altos a diestra y siniestra.

Al interior de las unidades, los ciudadanos tienen pasar las de Caín, y si se atreven a reclamar, enfrentarán las actitudes groseras y prepotentes de los choferes, que hasta refunfuñan porque se les distrae de la llamada del celular que van atendiendo, o simplemente llegan a dar un enfrenón y le gritan: “si no le gusta baje y tome un taxi”, amén de tener que educar al oído para escuchar dulces melodías a todo volumen que sintonizan en sus estéreos.

Accidentes donde se ven involucrados las unidades del transporte público hay infinidad y la mayoría fueron por irresponsabilidad y falta de precaución de los choferes, mismos que hasta llegaron a cobrar la vida de algunos usuarios que tuvieron la desgracia de tener que hacer uso de una unidad del servicio colectivo.

Se sabe que existen unidades que sólo circulan con una placa o bien que no portan el tarjetón, pero también infinidad de unidades que portan vidrios polarizados, algo que claramente está prohibido por la ley.

De uno de los accidentes se recuerda el de una mujer perdió la vida al cruzar el cruce de palacio de gobierno al restaurante Toks de la Avenida Madero, donde una combi de la ruta Chavarría–Centro giró a la izquierda de manera imprudente y la atropelló.

La mujer quedó prensada bajo la unidad de transporte público, luego de ser liberada fue trasladada a un hospital, pero desafortunadamente falleció.

Otro de los accidentes que resultó espectacular y que fue causado por imprudencia, dejó a una persona prensada entre los fierros del vehículo y al menos a 13 más con diversas lesiones en el cuerpo, donde se vio involucrada una Urvan de transporte público y una pipa de agua potable, que ocurrió la mañana del 14 de noviembre del año pasado,  sobre la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún, a la altura de la agencia Toyota, perteneciente al municipio Mineral de la Reforma.

En esa ocasión, una combi que cubría la ruta para llegar a la Universidad Politécnica de Pachuca, se impactó aparatosamente en la parte trasera de una pipa de transporte de agua potable.

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