DIEGO VENTURA EN PACHUCA

DIEGO VENTURA EN PACHUCA
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ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO

El Caballero luso-español platicó con Plaza Juárez, de cara a su presentación en el cartel del 45 aniversario de la Plaza Monumental Vicente Segura.

Estimados amigos, con el placer de saludarlos desde este espacio de Plaza Juárez. El pasado miércoles primero de noviembre el Caballero en Plaza Diego Ventura, sin duda el mejor rejoneador del mundo en este momento, estuvo en la Bella Airosa para reunirse con la prensa taurina, esto de cara a su presentación el próximo día 11 de noviembre en la Corrida conmemorativa del 45 aniversario de la Monumental “Vicente Segura”, alternando con Leo Valadez e Isaac Fonseca, dos jóvenes que van para figuras del toreo.

Tuvimos la oportunidad de platicar con el Rejoneador hijo adoptivo de La Puebla del Río, en una interesante charla en la que se mostró lo mejor del ser humano que es el Maestro Ventura.

Plaza Juárez: Maestro muy buenas tardes, le reitero estamos con el gusto y el placer que nos obsequie unos minutos de su tiempo sabemos que ha sido un poco agitada la mañana que han tenido y pues nos sentimos muchísimo muy complacidos de estar platicando con el Maestro Diego Ventura que el próximo día 11 se presenta en esta Plaza Monumental “Vicente Segura”, qué le parece Pachuca, qué le parece la Plaza, qué le parece la gente de Pachuca.

Diego Ventura: Bueno, yo muy feliz de volver a una tierra con tanto encanto y sobre todo con una Plaza tan bella, una plaza tan bonita y sobre todo para celebrar ese aniversario, yo creo que para cualquier torero, torear en una plaza tan importante como Pachuca es una felicidad, pero si aún más le ponemos el aniversario de esta plaza con tanta historia pues es más de agradecer.

P.J.: Bueno, ya usted en tierras mexicanas, en tres días festejamos un año más de vida de su merced.

D.V.: Sí así es, el día 4 de noviembre es mi cumpleaños y todos estos años los celebro aquí en México, la verdad es que ya es tradición y estoy muy feliz de poder estar aquí, de hacer una temporada más y de tener este cumpleaños aquí.

P.J.: La historia de Diego Ventura es muy conocida, pero vamos a retomar un poquito de ella, sus inicios fueron muy pequeño, usted es gente de a caballo, porque su papá es gente de a caballo y toda su vida vivió de esa forma; aún cuando nació usted en Portugal es andaluz por adopción y de la mera Puebla del Río, algo tiene la Puebla del Río.

D.V.: Sí, yo estoy completamente seguro y muchas veces lo hemos comentado con mi padre y con amigos, que si yo no hubiera ido a Puebla con tres meses de edad, seguramente mi forma de torear, mi forma de sentir, mi forma de concebir las cosas yo creo que no hubiera sido nada igual, yo creo que uno muchas veces lo tienes que traer en la sangre pero también el ambiente, el rodearte de cosas, de gente que te aporta sensibilidad, que te aporta vivir en torero, que te hablan de toros de una manera muy especial, todo eso hace que uno vea de forma muy diferente la tauromaquia, no es lo mismo cuando te crías en un entorno sin nada de ligazón con el toro, nada de tradición al toro, a cuando estás arraigado a un pueblo que es cien por ciento taurino.

P:J: Y sobre todo Andalucía, que es todo toro y caballo, caballo y toro.

D.V.: Exactamente, donde yo vivo desde mis tres meses de edad, siempre he visto eso, además tuve la gran fortuna de que mi padre se fue a trabajar a casa de los hermanos Peralta, entonces desde los tres meses de edad he visto a esos pedazos de genios torear, montar, entrenar, al final, aparte de que siempre ha sido mi gran fiebre de torear y de montar, es que he mamado de esos dos genios que para mí han sido Ángel y Rafael Peralta.

P.J.: A pesar de que fue difícil para usted, probablemente fue un poco menos complicado que para otras personas, ¿no?

D.V.: Yo creo que esto al final es difícil para todos, mis inicios fueron muy difíciles porque yo vengo de una familia humilde, y claro, tu padre te apoya al cien por cien, pero ser rejoneador para los inicios de cualquier chaval económicamente no es fácil, porque uno tiene que mantener una cuadra, que tener personal, que tener un camión, tienes que tener una serie de cosas que al final de cualquier manera, mal o bien, tienes que tener recursos; entonces es muy difícil cuando uno comienza, y el comienzo para todos es difícil, pero para mí también lo fue, sobre todo cuando comienzas a torear donde en España te pagaban mínimamente bien para poder costear los gastos, pues era una zona muy famosa que es el Valle del Terror, donde van todos los novilleros y sí te pagan bien, pero el tipo de toro que sale, pues es muy duro, es un toro grande, muchas veces toro feo, toro de desecho y eso te curte como torero porque agarras un aprendizaje enorme, pero también se pasa mal en ciertos días.

P.J.: Por algo le llaman “Valle del Terror”.

D.V.: Exactamente.

P.J.: Pero, Diego Ventura, a pesar de todas esas dificultades nunca se achicó.

D.V.: Yo creo que ahí es donde están las verdaderas figuras, ahí es donde nacen, o sea, al final de tu vida no solo en el toreo, sino en cualquier profesión de tu vida, todos tenemos contratiempos, tenemos dificultades en cualquier profesión que tengas, pero si realmente quieres ser grande, en esa dificultad es cuando te tienes que venir arriba, es cuando tienes que hacer de tripas corazón y tirar hacia adelante, yo desde que comencé nunca quise mirar hacia atrás, nunca quise tirar la toalla, siempre miré las cosas dentro de las dificultades y los percances y de las tragedias que he podido tener, pues siempre he mirado hacia adelante, siempre pensaba en el futuro y siempre pensaba en llegar a la meta, que la meta era convertirme, en ser figura, y para eso yo creo que en cualquier disciplina de tu vida o cualquier trabajo es lo que tienes que hacer el guiarte por un guion, nunca, aunque todos tenemos días buenos y días malos, pero nunca venirte abajo, siempre intentar luchar por lo que uno cree y lo que uno piensa que puede conseguir.

P.J.: Por eso decimos que a pesar de todas esas situaciones usted, Maestro, no se achicó, fíjese usted toma la alternativa en el 98 (1998), el 7 de mayo del 2000 se presenta en Sevilla y el 28 de septiembre del 2003, ah, pero además con un cartel que era para ponerse a pensar “¿Con quién estoy partiendo plaza?”, pero además tres años después abre su primera Puerta del Príncipe.

D.V.: Sí la verdad que ese año 2000 yo creo que fue para mi muy bonito porque me da la oportunidad de debutar en Sevilla al lado de los mejores, al lado de Pablo, Luis, de Antonio Domecq, de Javier Buendía o sea de los mejores rejoneadores que había en el momento y claro, un chaval joven de apenas 16 años debutar en Sevilla, yo solamente había toreado en pueblos, era mi primera plaza importante, plaza que aparte de lo grande, el marco tan bonito, o sea para mí, fue todo un acontecimiento y una responsabilidad muy grande, pero sí es verdad que tuve la gran suerte que me tocara un toro que me ayudara y de poderlo cuajar, de disfrutar, recuerdo que le corte una oreja con mucha fuerza, no le corte la segunda porque el toro no cayó rápido, tuve que descabellar una vez, pero sí es verdad que fue una actuación muy importante que a partir de ahí me fue abriendo poco a poco las plaza importantes.

P.J.: Y por si eso fuera poco dos años después llega a Madrid y convence a la Catedral del Toreo, y la convence actuando no como Matador de Toros, que es a lo que está acostumbrado, o estaba, el gran público, sino como rejoneador y abre la Puerta Grande.

D.V.: Sí, Madrid para mí ha sido mi talismán, mi pieza clave, durante muchos años ha sido donde yo he arreglado la temporada, donde yo he podido tener un triunfo y arreglar mi temporada de torear bastante y hacerlo como me gustaba, ha sido todo gracias a Madrid y Sevilla, pero sobre todo a Madrid, Madrid es la que da y la que quita siempre se ha dicho, pero Madrid sí es verdad que tuve la gran suerte de encajar, de entrar y de salir a hombros muchas veces, Madrid siempre me ha acogido de una forma muy especial, es una plaza muy dura como todos sabemos, pero una plaza con mucha verdad, es una plaza que cuando te ve entregado, te ve metido, cuando te ve realmente que estas dando el cien por cien la plaza se entrega, yo siempre me mentalicé mucho, mucho, mucho me preparaba muy a conciencia cada vez que iba a Madrid de entrega, de entrega total, de salir a darlo todo, de tirar la moneda, de saber que esa plaza era la que marcaba tu temporada y he tenido la gran suerte, porque luego muchas veces por muy preparado que estés, por muy mentalizado que estes, también hace falta el factor suerte un poquito, de que el toro colabore, de que se maten los toros bien, porque muchas veces estás muy preparado y llegas y pinchas, coges hueso cualquier factor, o el toro se lastima, cualquier factor que después no triunfas, y yo gracias a Dios que me ha puesto en mi camino muchas veces la oportunidad de triunfar en Madrid.

P.J.: Pero como dice usted, seguramente es un talismán, pero para que sea talismán también hay que ayudar a la suerte porque si mal no recordamos ha habido años en que han querido meterle la pierna a Diego Ventura y surge Madrid y de Madrid a llorar todo el mundo.

D.V.: Sí la verdad yo creo que como todo, yo creo que al final en las carreras de todas las figuras ha habido momento difíciles, momentos de exigencia, momentos de no quererte dejar que avances eso al final en la tauromaquia entra dentro de, al final esto es una tauromaquia que todo el mundo quiere estar arriba, todo el mundo pues a lo mejor tiene contactos y cuando tú vienes de muy humilde, pues intentan que no avances, pero al final cuando uno le pone el corazón, le pone el alma y se entrega y cuando te dan la mínima oportunidad y la aprovechas pues todo va corriendo.

P.J.: Estaba por ahí checando de los toreros de a pie Santiago Martín “El Viti” tiene el récord en Madrid de salidas a hombro con 14, luego Paco Camino con 12, Antonio Bienvenida con 11, Andrés Vázquez  “El Nono” con 10 y el Maestro Francisco Ruiz Miguel con 10, para un rejoneador es algo asombroso, no podemos llamarlo de otra forma.

D.V.: Sí, yo siempre tuve la mentalidad en lo del Maestro “Viti”, siempre para mi los toreros han sido un espejo, yo soy rejoneador y siempre me he fijado en los mejores del rejoneo, pero soy un apasionado del toreo a pie, entonces siempre he querido asimilar el rejoneo al toreo a pie, he querido que mis caballos asimilasen como el toreo a pie, he querido que yo enganchara a los toros con mis caballos, cómo puede enganchar un torero a pie con la muleta, he querido que se temple, que se lleve largo como un torero a pie con su muleta y siempre he tenido muy presente el toreo a pie y siempre he tenido al Maestro “Viti” en la cabeza, siempre veía esas Puertas Grandes del Maestro “Viti” y cuando veía que el número estaba cercano al Maestro “Viti” decía “bueno, seré capaz algún día de estar a la altura de estos figurones del toreo”, porque para mí han sido ídolos y llegar a esos números, a esos récords, pues cosas que Dios te va poniendo en el camino y que tú muchas veces no esperas porque es muy difícil, y bueno, cuando he podido conseguir este año esa Puerta Grande, la número 18, para mí fue una felicidad plena porque al final esta claro que los números son números, pero el ver que el público se te entrega un año y otro años, y ver que el público te espera, que el público cuando te ve de verdad pisar esos terrenos se entrega eso para mí ha sido muy bonito durante todos estos años y esta claro que Madrid es muy difícil que embistan los toros a pie y por eso yo estoy completamente seguro que todas esas figuras no han salido más veces a hombros, por lo que te decía, porque muchas veces hace falta un poquito de suerte de que le embistan los toros, de la espada, hablamos por ejemplo Manuel de Jesús “El Cid” ha perdido muchísimas Puertas Grandes en Las Ventas por la espada, volvemos otra vez a lo mismo es que después hace falta un poquito de suerte también, la suerte hay que buscarla por supuesto, pero hace falta, yo he tenido la suerte de estar ahí y la verdad que muy contento.

P.J.: Y fíjese que para nosotros como aficionados y veedores de toros nos llama mucho la atención esa forma en que usted y sus caballos están compenetrados, ¿no? Vaya, torear a pie tiene sus bemoles, su grado de dificultad, pero que dos seres completamente diferentes se hagan uno y lleven a esos niveles tan excelsos de un quehacer, de ver cómo el hombre y el caballo están hechos uno, cuando dicen “los centauros” no es metáfora, yo creo que están compenetrados, usted ha de vivir todo el día con sus caballos.

D.V.: Pues sí, yo creo que el caso mío, el caso de Pablo, el caso de esas figuras importantes como Ángel, Rafael, Vidrie, Alvarito, Moura, al final nacimos para eso y nos desvivimos para eso, o sea nos sacrificamos muchísimo, pasamos más horas con los caballos que con la familia, muchas veces hay momentos que no estas con la familia, estás con los caballos porque no te queda más remedio, gracias a Dios todos hemos tenido una familia que lo ha entendido que nos ha apoyado y eso es fundamental, en el toreo a pie es muy difícil, ser figura del toreo es prácticamente un milagro, en la Escuela de Madrid hasta lo ponen en un slogan, yo creo que ser figura del toreo a pie o a caballo es muy, muy difícil, a pie se necesita mucho valor, se necesita una gran técnica, se necesita una gran capacidad para aguantar esa presión día tras día, pero a caballo se necesitan muchas cosas también, se necesita una capacidad enorme de trabajar a diario, de ser un luchador nato, de pasar 8 y 9 horas diarias de entrenamiento, se necesita, quizás, una sensibilidad especial para entender a los animales, para comprenderlos para ser un poco el psicólogo de ellos para saber en cada momento qué necesitan, porque hay caballos que en su doma se necesita más tiempo, se necesita una capacidad mayor de entendimiento, de esperar, de darle tiempo, de saber que si un caballo en año y medio esta para torear, pues hay otros caballos que necesitan dos años y medio y hay que tener esa paciencia que es muy difícil a veces de sobrellevar. Y sobre todo también el día que llega a la plaza, el saber que hay que tirar la moneda y que tienes que tener ese valor para pisar esos terrenos que levantan al público, entonces al final hay que reunir muchas cosas que no es nada fácil, ni a pie ni a caballo.

P.J.: Algo muy interesante, que muchos aficionados no se percatan de ello y en algunas ocasiones cuestionan a los toreros de a pie y de a caballo son los encastes, de las 28 Puertas Grandes y Puertas del Príncipe, 20 son de encastes muy definidos, como Bohórquez, Los Espartales y lo de Capea y su Esposa que lleva a un torero, de a pie, o como usted de a caballo a buscar un determinado encaste.

D.V.: No, al final yo soy partidario de los encastes, de todos, lo que pasa en España el Murube, no el encaste Murube, muchas veces se habla del encaste Murube, ciertas ganaderías de Murube, porque luego hay otras ganaderías de Murube en España que no las matamos porque son infumables, entonces Capea, para mi gusto, ha sido de las mejores ganaderías, o sea, Fermín, Espartales han sido mis tres ganaderías principales, tres ganaderías talismanes que yo creo que para todo rejoneador son fundamentale, ¿por qué? Porque el concepto de ellos del toreo a pie se ha asimilado mucho al toreo a caballo, entonces buscan un toro de clase, un toro de temple, un toro de humillación, buscan un toro obediente en los embroques y eso ha permitido que ese tipo de toro del encaste Murube a nosotros no haya ido muy bien, a Pablo, a Moura, a mí, todos los grandes triunfos han sido con ese toro, yo soy partidario de ese encaste porque a lo largo de la temporada toreo Domecq, toreo Santa Coloma, aquí en México, mucho Saltillo, pero sí es verdad que allí esas tres ganaderías pues cuando vamos a una feria muy importante que es imprescindible asegurar el triunfo, siempre nos vamos a esas ganaderías que tienen una mayor garantía de triunfo.

P.J.: ¿México cómo le ha sentado? Desde la primera vez que vino, cómo ha evolucionado esa relación de la afición mexicana con usted.

D.V.: Fíjate que yo tengo una historia preciosa porque, cuando yo llego a México en el año 2010, de la mano de unas personas que me invitan a hacer temporada y me contratan y vengo, vine a la aventura, vine sin saber bien lo que era México, sin conocer a nadie, entonces claro, me pusieron a unas personas y yo toreaba, pero era todo imprevisto o sea al final mataba ganaderías que no daban el juego para poder triunfar, muchas veces era mucha la dificultad en todos sentidos porque no conocía a nadie, entonces después de esos dos primeros años, estuve sin venir a México, porque yo quedé traumatizado de México en ese sentido, diciendo bueno es que en México es todo problema, los toros no embisten luego no te ayudan en nada, te ponen en carteles que no merecen la pena, al final era todo un problema, hasta que vengo a conocer México, hace cinco años, de la mano de un gran amigo Alejandro Amaya, Matador de Toros y encima muy amigo mío, porque yo le contaba “tío, veo por videos un México que cuando yo estaba en México no es el que yo veía” y me dijo “no, es que tú no has conocido México, has estado ahí dos años de la mano de las personas equivocadas, te han llevado por el rumbo equivocado y tú realmente no has conocido lo que es verdaderamente el toreo en México”, yo me quede con aquello y un día me dijo “yo quiero traerte a México, enseñarte mi México que yo sé que es”, entonces eso fue creo que hace cinco años y bueno, es como el sol y la noche, cuando yo llego aquí de la mano de él, para empezar mi primera tarde fue en San Luis, le corto un rabo a un toro y a partir de ahí mi segunda tarde en la México indulto a “Fantasma”, o sea estamos hablando de que no me ayudaron en nada los toros los primeros años que vine a que me toca el uno en un millón, yo cuando toreo la segunda corrida, o sea la primera en la México e indulto a “Fantasma”, yo al día de hoy, después de 25 años de carrera nunca he sido tan feliz dentro de una plaza de toros como fue aquel día.

Yo siempre veía los videos de toreros antiguos que a mí me han apasionado de México, como David Silveti, como muchos tantos toreros mexicanos que a mí me volvían loco como “El Soldado”, en fin muchos, yo veía el video de Silveti a “Mar de Nubes” y aquella faena yo la vi una vez y otra vez, yo vi la entrega de esa gente esa locura, esa pasión con los toreros, esa perder la cabeza con ese torero decía “esto es algo único”, yo nunca había sentido eso, nunca lo había sentido y yo el día de la México, cuando empieza la faena y en banderillas yo veía que el público se volvía loco, como yo había visto, pero cuando yo veo que indultan al toro pego un salto del caballo y cojo la muleta para llevarme al toro para adentro, pero le pegue cuatro o cinco muletazo para que el ganadero viera al toro no por nada más cuando termino la serie y miro al publico y veía la gente con la ropa quitada, tirándome ropa, niños de 12, 14 años llorando, personas mayores llorando, yo me puse a llorar como un niño pequeño, porque eso es realmente el toreo, o sea, eso es realmente México, pero eso solo se vive en México, yo he toreado en Colombia, Perú, España, Portugal, Francia, tenido triunfos por todos lados, pero esa pasión, esa entrega, esa forma de sentir, solo se vive en México y desde aquel día yo no he podido faltar ninguna temporada, gracias a Alejandro Amaya aquello para mi fue único y fue todo un éxito y he vivido temporadas, ya luego te haces de muchos amigos, ya luego convives con ellos el día a día, y al fin estar en México o estar en La Puebla para mi es igual, yo me siento tremendamente feliz aquí mi familia viene para acá, mi hijos vienen para acá, mis hijos llevan tres meses diciéndome que cuándo nos vamos para México, ahí te das cuenta de que eso era lo que yo soñaba de pequeño.

P.J.: Maestro, ¿cuántos caballos trae ahora en la cuadra?

D.V.: Pues, traigo 10 caballos, entre ellos vienen las estrellas como “Bronce”, como “Nibaldo” que es un caballo que yo creo que va a gustar mucho, vienen caballos muy consagrados como “Joselito”, viene también “Velázquez”, “Fino” otro caballo también importante, “Juanito”, “Sueño”, “Generoso”, “Quizás” y “Querubín”.

P.J.: ¿Qué le podemos decir a la gente? ¿Viene Diego Ventura a darlo todo?

D.V.: Yo creo que la gente debe de entender que es un cartel para mi gusto muy importante porque yo vengo con una ilusión tremenda, con unas ganas tremendas, es mi segunda tarde, esta temporada decidí torear 10, 12 corridas por tener días por medio de poder disfrutar de los amigos, de la familia aquí en México y que cada tarde fuera un acontecimiento; pero aparte de todo eso, Isaac ha hecho una temporada tremenda, tremenda, es un torero con un valor increíble, Leo Valadez ha hecho un temporadón en España también, lleva dos años haciendo temporadones increíbles, dos toreros muy jóvenes, dos toreros con una personalidad importante, pero sobre todo, dos toreros que yo creo que van a funcionar mucho en México y que la gente quiere verlos, entonces yo creo que aparte de ser el aniversario de esta plaza, dos ganaderías muy importantes y el cartel está rematadísimo, yo creo que tiene todos los ingredientes para que sea una tarde increíble para que el público lo disfrute muchísimo y no deben dejar de venir porque creo que van a disfrutarlo mucho.

P.J.: Después de Pachuca, ¿qué viene?

D.V.: Juriquilla, San Miguel de Allende, en febrero San Luis, en fin muchas fechas por todo México, Mérida.

P.J.: Maestro, muchas gracias.

Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO

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