El ocaso de los Osanges

El ocaso de los Osanges

CINE DE HOY

En esta ocasión vamos a hablar de “Los asesinos de la luna”, que se exhibe en la Cineteca Nacional y en varias salas comerciales, cuya trama se centra en el cocinero Ernest Burkhart, interpretado por Leonardo di Caprio

En uno de sus últimos filmes, el padre del Western John Ford habló del “Ocaso de los cheyenes”. No es de extrañar que el veterano Martin Scorsese haya elegido un tema parecido en “Los asesinos de la luna”, que se exhibe en la Cineteca Nacional y en varias salas comerciales.

La política de exterminio norteamericana de los indios, sufrió un grave revés, cuando en la reserva en la que se hacinó a esta tribu, se descubrió petróleo. Esto convirtió a estos indios en ricos instantáneos.

De acuerdo al guión de Eric Roth y David Grann eso no impedía que los blancos trataran de apoderarse de esas riquezas, casándose con las indias y heredando sus propiedades.

El cocinero Ernest Burkhart (Leonardo di Caprio) regresa de la Primera Guerra Mundial, para trabajar con su tío William Hale (Robert De Niro) un respetado ganadero que agradece que en sus tierras no haya petróleo… aunque piensa apoderarse de él por medio ilegales.

Alienta a su sobrino para que se case con la diabética Molly (Lily Gladstone), quien queda prendada “de sus ojos de coyote”.

Ernest poco a poco se convierte en cómplice del maquiavélico tío, hasta que decide rebelarse al ver amenazada a su familia.

Resulta evidente que Scorsese quiso homenajear el género con una espléndida fotografía de Rodrigo Prieto, pero el asunto se le alargó demasiado (206 minutos). Además quiso cuidar de más a la estrella de “El aviador” y “El lobo de Wall Street”, y lo convirtió en un pusilánime delator.

“The killing of the flower moon” resulta, pues, una interesante visión de un episodio poco conocido de la genocida historia norteamericana.

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