Guerra en Siria
● La alianza militar contra los yihadistas queda en el aire por un bombardeo contra fuerzas de El Asad
La embajadora Power dijo que la reunión era una treta para dejar en mala posición a EU y señaló el doble rasero de los rusos al no preocuparse en el pasado en el mismo foro por los abusos del Gobierno de El Asad. “Rusia debe dejar de ponerse medallas, sacar pecho y organizar farsas y centrarse en lo que es importante: la puesta en marcha de algo que hemos negociado de buena fe con ellos”.
La colaboración entre EU y Rusia contra el Estado Islámico peligra después de la muerte de más de 60 soldados sirios en un bombardeo de las fuerzas estadounidenses.
El tono de las acusaciones entre Washington y Rusia, con un trasfondo de recelos crecientes entre ambas potencias, subió ayer varios grados, una semana después del anuncio de un acuerdo para estabilizar Siria.
El bombardeo fue un error, según el Pentágono. Los rusos -y el régimen sirio- ven intenciones malévolas. El último intento para poner fin a una guerra que ha dejado más de 300.000 muertos queda en el aire.
El acuerdo entre EU y Washington, que se anunció el 9 de septiembre en Ginebra (Suiza), contemplaba primero un cese de los ataques contra las fuerzas del Gobierno sirio, aliado de Moscú, y contra los rebeldes no afiliados con el Estado Islámico. En un segundo momento, las fuerzas armadas de EU y rusia debían cooperar, en una alianza insólita en tiempos recientes, para derrotar a los yihadistas.
Con el bombardeo del sábado en los alrededores de Deir Ezzor, en el este de Siria, y el cruce de reproches entre EU y Rusia, el plan corre el riesgo de desmoronarse. Cuando, como ha ocurrido en las últimas horas, altos responsables de ambas potencias se acusan de complicidad con el terrorismo internacional del Estado Islámico o con las matanzas y torturas del régimen de Bachar El Asad, se hace difícil imaginar una acción conjunta en Siria.
Maria Zakharova, una portavoz del ministerio de Exteriores ruso, dijo el sábado: “la Casa Blanca está defendiendo al Estado Islámico”. Una acusación, que, con variaciones, también ha lanzado Donald Trump, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre en EU, al asegurar que su rival demócrata, Hillary Clinton, y el presidente Barack Obama, fundaron el Estado Islámico.
En Nueva York, Vitaly Churkin, el embajador ruso en la ONU, matizó que Rusia no tiene “ninguna prueba” de los vínculos entre EU y el EI. La embajadora de EU ante las Naciones Unidas, Samantha Power, dijo que la portavoz rusa debería avergonzarse por estas declaraciones.
Power habló la noche del sábado en los márgenes de la reunión del Consejo de Seguridad, máximo órgano decisorio de la organización internacional, convocado de urgencia a petición de Moscú.