La importancia de tener una oposición real en el Congreso Local radica en que no se vean ejercicios como las actuales comparecencias de los secretarios del gobierno estatal, en donde los diputados, más que cuestionar, se dedican a felicitar y aplaudir a los funcionarios públicos, bajo la consigna de que no se puede atacar a quien está del mismo bando, haya tenido o no trabajo que mostrar, haya pendientes o no, e incluso aunque haya sido pésimo el trabajo del funcionario durante su primer año en el gobierno estatal.
Hasta ahora nada se ha dicho de los cambios de personal de contraloría en diversas dependencias, nadie ha hablado de las borracheras que se ha puesto el de agricultura y la nefasta entrega de huertos artesanales con un costo más que inflado de 10 mil pesos, tampoco han comentado las fiestas y los festejos que han tenido los secretarios ya sea en un castillo, con algún escenario o incluso dejando a la gente para irse a embriagar a lugares recónditos en la huasteca y sierra hidalguense.
Hasta el momento, los diputados y sus preguntas han quedado en lo más parco del ejercicio democrático y lo más cercano a una simulación en la que no hay opositores reales que pregunten el por qué la titular de cultura no contesta peticiones ni oficios, por qué no se atreve a decir sí o no se puede en lugar de dejar que en su escritorio o quién sabe dónde se queden las peticiones que ha hecho la comunidad artística.
Y no se trata de buscar que se generen confrontaciones o peleas, es más bien que los diputados hagan ver a los secretarios que hay faltantes, que hay asuntos que deben tratarse, que ser titular de una secretaría es más que parecer un influencer turístico en redes sociales o que intentar generar polémicas en el ámbito político con declaraciones “aguerridas” que lo único que buscan es que el perfil quiera figurar para la candidatura que se busca desde la oficina de planeación, son actitudes ridículas y de muy bajo nivel político.
Lo más denigrante es tratar de ver al pueblo como un simple aplaudidor y luego argumentar que todos esos acarreados van por su propia cuenta, porque esto no ha sido así. Es lamentable que para una ex diputada que entró al Congreso por el PRD se le olvide que no concluyó como diputada, que traicionó a su partido a cambio de un hueso, y que ahora declare que lo mejor de las comparecencias es que el pueblo pueda entrar, una violación grave a la dignidad del pueblo y más cuando lo único que van a escuchar son informes inflados de gestiones que han fluído por el propio gobernador Julio Menchaca con el gobierno federal y no por que haya un solo secretario brillante que haya logrado más.
De pena ajena tener que acarrear gente, denigrante que los otros secretarios en lugar de estar trabajando por el pueblo, estén perdiendo el tiempo acudiendo a las comparecencias de sus compañeros, fingiendo amistades mientras en una que otra borrachera aprovechan para sacar fotos que seguramente se podrán ocupar después.
Lo único que han reflejado las comparecencias de los secretarios ha sido una carrera por conseguir un puesto en el senado, una diputación federal e incluso una posible alcaldía en las próximas elecciones, lamentable porque asegurando que no serían como sus antecesores, estos están siendo hasta peores, sólo recuerden que el que a hierro mata a hierro muere y ojalá el día de mañana no sean estos los perseguidos por tranzas mal hechas por obras inútiles como las canchas de tenis que se inauguran con demostración de zumba, o por funcionarios que a un año ni siquiera los reconocen en áreas en cómo el mismo deporte.
Hoy los funcionarios acuden al Congreso a entregar un informe con lo que consideran que es lo “bueno” de su administración, como hizo el PRI por décadas. La diferencia es que hoy pareciera que en el Congreso local no hay oposición, están doblegados y condenados a rendir pleitesía y alabanzas a los que se paran enfrente para levantar el pecho, extender los brazos y pedir aplausos de sus acarreados, hoy se realizan comparecencias sin comparecer en el sentido más allá de la literalidad de este término, porque se han presentado ante la autoridad pero no han rendido cuentas, más bien han querido mostrar capital político a la vieja forma, a la más podrida y nauseabunda forma, como lo hacía el viejo régimen y como seguramente se seguirá haciendo conforme el proceso electoral 2023-2024 vaya agarrando forma.