
RELATOS DE VIDA
Simplemente sucedió, inesperadamente, sorpresivamente, incrédulamente y dolorosamente, el cuento de hadas vivido por un poco más de un año, había terminado con el típico y desgastante “No eres tú, soy yo”.
Soledad sabía que durante el tiempo juntos siempre fue la parte que aportó más, estaba tranquila aunque con dolor, pues pese a que poco a poco se alejaba emocionalmente de su pareja por la falta de atención, no había imaginado que el término de su amor llegara de manera repentina.
Alrededor de tres noches estuvo llorando, teniendo de fondo aquellas canciones que se dedicaron, mientras rompía las cartas y fotografías, guardaba en una bolsa para basura las sudaderas y gorras propiedad del ahora extraño, y tiraba las flores que aún se conservaban en un florero perfectamente protegido.
En esos dos días solo habló con las personas más cercanas a la relación, y se enfocó a continuar con su joven vida, reorganizó pendientes, tareas, proyectos y actividades, pues tendría más tiempo para dedicárselo en plenitud.
Su rostro se notaba flácido, sin color y con un poco de ojeras, pero por dentro estaba fortalecida, su espíritu aún era guerrero e inquebrantable, pues una pequeña mueca sonriente se alcanzaba a dibujar en ese rostro pícaro y soñador.
Contrario a lo que llegaron a comentarle, el duelo pasó rápido porque tal y como lo dijo “tenía tiempo que me había ido de la relación, no recibí lo que merezco, me duele porque lo quiero, di más del 100, pero tarde o temprano llegaría”.