Alrededor de las  10 horas, como quedó pactado, Octavio Castillo Acosta, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), arribó a las instalaciones del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) para entablar la mesa de diálogo y negociación con los estudiantes en paro; sin embargo, con el pasar de las horas, dicha negociación fracasó por la actitud que tomó la autoridad universitaria ante las peticiones y en especial, al negarse a pedir una disculpa pública por los hechos ocurridos el pasado 19  de septiembre. En el que grupos porriles agredieron a estudiantes del Instituto de Artes (IDA) durante la manifestación que realizaban en el edificio central de la máxima casa de estudios, ubicado en Abasolo.

Alrededor de las 9:30 horas, estudiantes de diversos institutos comenzaron a llegar a la cita. En las puertas del ICSHu, una comisión se cercioraba de que fueran alumnos los asistentes, mientras realizaban un registro para los representantes de los medios de comunicación, la recomendación fue no tomar fotos hasta que iniciarán la mesas de negociación en especial de los rostros de los alumnos asistentes. 

De esta forma, la prensa entró al módulo uno y estuvo ahí esperando a que entraran las  autoridades escolares, quienes seguramente, por primera vez, supieron lo que es aguardar y aunque no fue mucho tiempo como el que han luchado los alumnos del Instituto de Artes (IDA), esperaron para entrar a un instituto al que se le prometió, de entrada, quitarle el nombre de Jesús Murillo Karam al auditorio, donde ayer se realizó la mesa de negociación. 

Organización al interior 

Adentro, la organización estudiantil se manifestó en letreros que separaban la basura; en acuerdos para el acceso a los víveres que no eran pocos y que dejaban ver que ha habido gran apoyo de la comunidad estudiantil y de la sociedad civil; en roles de actividades y en diversos artículos que pueden ser utilizados, así como la prioridad del uso de la energía eléctrica para actividades específicas. 

Entrada de la comitiva 

Mientras la prensa esperaba en la sombra, los estudiantes avanzaban hacia el auditorio, y alrededor de las 12:30 horas, el rector, en compañía de las autoridades universitarias, ingresaron al instituto que alberga la enseñanza de las ciencias sociales y humanidades.

Los acompañantes fueron: Marco Antonio Alfaro Flores, presidente de la Feria Universitaria del Libro (FUL); Roberto Rodríguez Gaona, director jurídico; Oyuki del Rocio Islas Maldonado, directora de administración escolar; María de la Luz Rubio González, directora de capital humano; Gabriela Mejía Valencia, coordinadora de administración y finanzas; Lidia García Anaya presidenta del patronato; Elsa Ángeles Vera, defensora universitaria; Hannia Ingrid Salinas González, contralora general de la Universidad; Orlando Ávila Pozos, coordinador de la división académica; y Edgar Martínez Torres, director  general de planeación.

Posterior a la entrada de los funcionarios, la prensa permaneció en espera del ingreso al auditorio, y tras unos minutos, la mesa colocada en el escenario y un auditorio lleno vieron como los representantes de los medios de comunicación ingresaron al recinto en donde pronto comenzaría el diálogo, los reclamos, los intentos de negociación y algunos recesos a petición de las autoridades y los estudiantes.

Defensora señala como agresor a estudiante 

El primer punto tocado fue el señalamiento como “agresor” que hizo la defensora universitaria, Elsa Ángeles en contra de uno de los estudiantes  integrantes de la mesa, mismo que se defendió con el argumento de que no se podía llamar agresor a quien había sido víctima, con lo que le recordaron a la defensora algunos términos que debería entender desde la perspectiva de los derechos humanos, además de no revictimizar a los estudiantes que por semanas fueron ignorados por las autoridades universitarias, en específico, por Octavio Castillo Acosta.

Tras este punto, las autoridades tuvieron unos minutos para revirar la petición de Ángeles Vera, y con esto la defensora se deslindó del compromiso que había hecho, ya que aseguró que el acuerdo había sido que ningún agresor de ambos bandos estuviera en la mesa, y aprovechó para intentar hacerse para atrás en el compromiso de destituir al presidente del Consejo Universitario, Esteban Rodríguez Dávila. 

Protección a Esteban Rodríguez 

Tras abordarse el punto de la destitución de Rodríguez Dávila y la negativa de los directivos primero por decir que se trataba de un organismo estudiantil, luego por señalar que el consejo universitario sólo puede sesionar de manera extraordinaria con una convocatoria previa de 20 días, y finalmente sin contestar la pregunta de “¿Qué pruebas se tiene  que presentar o hasta donde tiene que llegar el presidente del consejo para ser destituido?”, ya que por los actos cometidos, según los estudiantes debería ser destituido de un cargo que ocupa sin legitimidad, y debería ser expulsado por los actos violentos cometidos, así como el antecedente para que se garantice que jamás pueda trabajar dentro de la UAEH. 

Tras alegatos y discusiones por más de dos horas, se acordó que se realizara la sesión del Consejo Universitario para destituir al presidente del Consejo Estudiantil, con las condicionantes de que fuera pública y con transmisión en vivo en redes sociales. 

No se cumplieron garantías mínimas

Tras dar paso a los siguientes puntos del pliego petitorio, el rector se negó a ofrecer una disculpa pública por las agresiones ocurridas el pasado 19 de septiembre, además de que trató de minimizar y dividir a los estudiantes, argumentando que eran muchos pero no todos los que tomaban la decisión de continuar con el paro, por lo que los estudiantes decidieron, ante la falta de congruencia, levantarse de la mesa, no sin antes dejar en claro que la puerta al diálogo estará abierta, siempre y cuando haya una voluntad real para continuar con las negociaciones.

Además vieron con malos ojos que la UAEH, haya emitido diversos comunicados de manera unilateral, como si tuvieran la seguridad de que con una reunión se resolvería un pliego petitorio sin tener la voluntad para resolverlo, “sin escuchar ni atender” las demandas, cuestionamientos y señalamientos hechos en la mesa. 

No se pueden minimizar las agresiones y violaciones hacia los alumnos de la UAEH 

Previo a levantarse, una de las representantes del movimiento estudiantil argumentó: “la comunidad lo acaba de manifestar, nos levantamos y nos vamos. El que no quieran simplemente  aceptar lo que pasó el 19 de septiembre, nos daña. Algunos compañeros quieren clases pero las quieren por presión de sus padres y por el hostigamiento que reciben de los maestros. No podemos dejar en minoría a todos  aquellos compañeros que han sido acosados por maestros que han recibido violaciones, que han recibido no sólo violaciones físicas sino sexuales también aquí estamos por los 64 alumnos del IDA, por nuestro compañero Fernando y por los miles de casos de acoso en la universidad”. 

Tras esto, las autoridades, nuevamente se quedaron sentadas, el rector que permaneció gran parte del tiempo cruzado de brazos, parecía tranquilo ante el comienzo de una nueva crisis que se suma a todo lo que no ha podido resolver desde que comenzó el paro en el Instituto de Artes  (IDA), por lo que no sería raro que en la siguiente mesa no sólo se pida la destitución del presidente del Consejo Estudiantil sino que se insista también en la renuncia de Castillo Acosta.