IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
Los embarazos infantiles y adolescentes en México, nos colocan en el primer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); tan sólo en el estado de Hidalgo para el 2022, se registraron cinco mil 406 embarazos adolescentes, de los cuales 173 correspondieron a niñas de 10 a 14 años, y cinco mil 233 a jóvenes de 15 a 19 años de edad.
Acaxochitlán es el municipio con mayor número de embarazos de niñas menores de 15 años, cuya causa es la violencia sexual quedando en evidencia según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del periodo del 2020 al primer trimestre 2023, las 26 carpetas de investigación por violación equiparada, 11 por violación simple, y siete por abuso sexual, más las que no se denuncian no obstante a avanzar en la cultura de la denuncia.
Acaxochitlán, Almoloya, Atotonilco de Tula, Agua Blanca, Huazalingo, Metepec, Pisaflores, Tepehuacán de Guerrero, Tlanchinol y Zacualtipán son municipios que concentran la mayoría de los embarazos adolescentes que al mismo tiempo sus niveles de pobreza representan otra coincidencia importante en esta problemática.
Al respecto, el informe del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA), declara que el embarazo adolescente lastra la vida de miles de jóvenes y reproduce la pobreza en Latinoamérica y el Caribe, además de generar a los países gastos millonarios que podrían evitarse.
Asimismo, que los efectos de esos embarazos precoces “son múltiples y se extienden tanto al nivel de la educación como del mercado laboral, de la salud e incluso de las economías nacionales”, además de señalarse “El embarazo adolescente es una fábrica de pobres en América Latina” dicho por Federico Tobar, asesor de la UNFPA.
Los estudios demuestran como factores causales de esta problemática las violaciones, el acoso y abuso callejero, el abandono paterno en términos económicos y de cuidados, el difícil acceso de las mujeres a la propiedad, el matrimonio infantil y uniones s tempranas, la condición de indígena asociada a la servidumbre, a la ignorancia, la agresividad y atraso, y a los medios de comunicación y publicidad que continúan fortaleciendo los roles y estereotipos de género.
Es por lo que dentro de múltiples esfuerzos para erradicar el embarazo infantil y reducir el embarazo adolescente, se ha considerado necesario involucrar las voces de niñas y adolescentes en el diseño de políticas públicas para promover y garantizar el cumplimiento de los derechos de las infancias y adolescencias con la Escuela de Fortalecimiento de Liderazgos Adolescentes tendientes al logro de dos objetivos:
Primero, impulsar y fortalecer la capacitación y sensibilización de niñas y adolescentes en temas como derechos humanos, prevención del embarazo, derechos sexuales y derechos reproductivos y prevención de la violencia de género, y segundo, promover la participación de las niñas, adolescentes y jóvenes en espacios de toma de decisión.
En esta estrategia, se trata de fomentarles habilidades de impacto como buen manejo del tiempo, comunicación asertiva y pensamiento crítico que ayudará a cerrar brechas de habilidades y mejorar el bienestar general de nuestras sociedades, pues cuando las niñas y adolescentes reciben educación de calidad, las familias se vuelven más saludables.