Home Nuestra Palabra Javier Peralta Los dineros en 2024

Los dineros en 2024

0
Los dineros en 2024

RETRATOS HABLADOS

La falta de recursos económicos que buena parte del país arrastra desde hace muchos años, se incrementará aún más durante 2024, producto de un altísimo pago por intereses de la deuda externa, que por supuesto crecerá, y una exigencia mayor de los programas de bienestar, que necesariamente impactarán, de manera negativa, las haciendas de los Estados de la República.

Es una cruda realidad, pero que hace ver algo simple y lógico: la popularidad sale cara, y de ninguna manera permite echar reversa, porque sin duda da ganancias políticas, de espacio para afianzar un régimen y proyectarlo para quedarse en el poder durante mucho tiempo.

Así ha sido a lo largo de la historia mexicana, y probablemente lo sea hasta que los recursos naturales, y por lo tanto económicos, se agoten. Sucede hasta en las mejores familias, que siempre se negarán a ver una realidad dramática, pero que esperan, por algún milagro del destino, se componga de la noche a la mañana.

Porque la cimentación de una estructura financiera o hacendaria implicaría, necesariamente, el aplazamiento de cualquier programa para atender pobrezas ancestrales, con la certeza de que un cambio en el timón de mando, muy probablemente aprovecharía esos tiempos de recortes financieros, de austeridad llevada a la mezquindad para, ahí sí, fortalecer su propio proyecto de nación con la aplicación de programas populares, necesariamente caros al ser a fondo perdido, pero que le permitan atender a quienes necesitan, en ese momento, de solvencia económica con carácter de emergencia.

No hay recetas para hacer revoluciones pacíficas, pero sí una clara intuición para entender que la vida de un ser humano es muy corta, y por lo tanto los mexicanos de la tercera edad que hoy reciben pensiones, no podían, ni pueden, ni podrían, esperar a que exista una economía sin deudas, sin déficits, para poder enfrentar lo que les resta de vida cuando menos con un paliativo a una existencia siempre de carencias.

Porque en el mejor de los escenarios, un gobierno federal prepararía el proceso de sucesión con cuentas en números negros, pero con una ciudadanía cada vez más deprimida en su vida cotidiana.

Resulta un cuento de nunca acabar, pero que es igual a la vida de la mayor parte de los mexicanos, que cuando menos en estos tiempos verán que el cierre de su existencia, es diferente a la de sus ancestros, consuelo si se quiere absurdo, pero al fin  consuelo.

El problema más grave tiene que ver con los Estados del país, que ven, año con año, que sus presupuestos deben reducirse una vez sí, y otra también, y todavía más complicado, sin tener injerencia alguna en los dineros que les fueron recortados, para cimentar la estrategia federal en torno a la atención de los más necesitados, contra lo que incluso no tienen ninguna objeción, porque comparten esa política.

Pero, el hecho concreto, es que la constante rasurada a sus presupuestos, tiende a desembocar en la nula posibilidad para realizar acciones propias, proyectos de futuro locales, porque nadie conocerá más la situación del Estado que gobiernan, que quienes dirigen el Poder Ejecutivo, y el hecho es que nadie entiende su gestión como simples administradores de lo que ya se decidió desde el centro.

Así las cosas, y de cara al 2024, el panorama es complicado pero también lógico: los adultos mayores hoy tienen una oportunidad de ver con menos angustia el cierre de su ciclo vital, y eso es un acto de elemental justicia por parte de las autoridades que les otorgan una pensión, igual que los jóvenes que necesitaban cuando menos una oportunidad.

El problema radica en que sí, la deuda se habrá de incrementar más y más, hasta que toque fondo y explote. Pero aún en ese caso, nada es más importante que modificar un escenario condenado a la pobreza absoluta, por otro esperanzador.

Vaya pues, por ahí no puede ni debe ir la recomposición económica, sí en obras que no garantizan absolutamente nada, como no sea la fama y trascendencia que siempre se busca al cuarto para las doce.

Y también será necesario que los Estados de la República, tengan la libertad de aplicar su propia visión del futuro que desean para sus gobernados.

Mil gracias, hasta mañana.

Mi correo: jeperalta@plazajuarez.MX

X: @JavierEPeralta