EN LA SIERRA MILITARES DESTRUYEN BOTÍN DEL NARCO

EN COYUCA DE CATALÁN, GUERRERO

2DA. DE CUATRO PARTES

Al llegar a los plantíos la vanguardia hace reconocimiento, el grueso toma machetes, destruye  plantíos, y el tercero incinera lo acumulado
Al arribar a esa zona de gran peligro, militares bajan de vehículos y realizan marcha a pie de un kilómetro y medio. La vanguardia, el primer pelotón; el segundo pelotón al grueso, junto con servicios técnicos, y tercer pelotón, a la retaguardia.
Al llegar a los plantíos la vanguardia hace reconocimiento, el grueso toma sus machetes y destruye los plantíos, y el tercero incinera lo acumulado.
“Aplicaremos el manual del uso de fuerza, haremos uso de nuestras armas si somos objetos de agresión por grupos de delincuencia organizada. Utilizaremos cámaras tácticas en todo momento del operativo”, indica el teniente Vargas.
Vehículos, víveres para acampar 30 días, equipo de transmisiones, todo listo para adentrarse entre cerros que se pierden en intensa nubosidad.
El coronel Isaac Aarón Jesús García, comandante del 34 Batallón de Infantería, entrega orden de operaciones.
Se perfilan vehículos con 30 elementos fuertemente armados que salen a recorrer durante cinco horas una parte de la carretera Altamirano-Zihuatanejo, luego se realiza un cambio, ahora son unidades todo terreno para seguir entre caminos de lodo.
Cifras de Defensa Nacional indican que de los volúmenes de la siembra de amapola entre 2006 y 2015 se pudieron erradicar 153 mil 905 hectáreas del oro rojo.
Entre 2012 y 2015 el Ejército destruyó 28 mil hectáreas en Guerrero, 16 mil en Chihuahua, 10 mil en Durango, 7 mil en Sinaloa, 2 mil 900 en Nayarit y mil 620 en Oaxaca.
LOS CERROS TIENEN DUEÑO
La carretera luce sola mientras continúa el recorrido, ningún vehículo particular se observa; y es que aquí es territorio de “levantones”, personas privadas de la libertad por parte de células de cárteles.
El convoy va atento, los soldados, tanto en vanguardia como retaguardia, van constantemente vigilantes, miran a todos lados para evitar emboscadas, porque aquí los cerros tienen dueño.
El sol se oculta, el avance ahora es entre cerro y cerro; el tiempo estimado aumenta porque los vehículos se atascan en el camino fangoso.
En las maniobras para librar el lodo, pasan cuatrimotos. En las comunidades se señala que son vehículos que usan los sembradores para bajar la goma de opio y entregarla al mejor postor o con quienes se ha pactado la producción. Por ahí corre el río Balsas, lo que hace a la región la ruta perfecta para trasiego.
La siguiente parada del convoy es la base de operaciones Méndez, campamento que lleva el nombre del teniente de infantería Bernardo Méndez Rodríguez, a cargo de la base. No hay señal de celulares, toda comunicación a Ciudad Altamirano es satelital.

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