
La escritora Michela Murgia, una de las intelectuales más destacadas de Italia, activista feminista y por los derechos civiles, falleció la semana pasada a los 51 años, por un cáncer que ella misma anunció públicamente en mayo pasado, desde cuando contó el avance de su enfermedad en las redes sociales.
Murgia, conocida por su gran talento literario, pero también por sus múltiples batallas civiles, falleció la tarde del jueves por un cáncer de riñón que era irreversible cuando le fue diagnosticado: “Del cuarto estadio no se regresa”, dijo en mayo al Corriere della Sera, al explicar que le quedaban “meses” de vida.
“Adiós Michela”, escribió en Twitter la editorial Mondadori, junto a una gran fotografía de la escritora sonriente, una de las numerosas muestras de afecto y homenajes que se han sucedido en las últimas horas por parte de amigos y seguidores.
A mediados de julio, anunció su “matrimonio contra su voluntad” con el actor y director Lorenzo Terenzi, con el que se casó por lo civil para ver garantizados los derechos de su pareja y de lo que ella llamaba su “familia queer”, compuesta por sus amigos e “hijos del alma”.
Murgia (Cabras, Cerdeña, 1972) fue escritora, dramaturga, ensayista y columnista sarda, aunque antes ejerció como profesora de religión y directora de una central termoeléctrica, entre otros oficios, y en 2014 se presentó para ser candidata a la presidencia de su región natal, aunque no lo logró.
Su carrera literaria comenzó en 2006, con la publicación de su primera novela, “Il mondo deve sapere”, una historia tragicómica sobre el mundo de los locutorios que comenzó como un blog y que acabó inspirando la obra de teatro homónima y la película “Tutta la vita davanti”, en 2008.
En 2022 escribió “God Save the Queer”, un ensayo sobre uno de los temas que más le “tocó” en sus últimos años, hasta el punto de dar a conocer a su “familia queer”, formada por las personas más cercanas y con los que compartía un casa a las afueras de Roma, donde se casó con Terenzi.Uno de ellos fue el escritor Roberto Saviano, que la despidió en las redes sociales con un emotivo mensaje junto a una foto sonriente de Murgia: “Pero mi amor no muere”.