- Desde sus lugares de privilegio, lo único que han mostrado los eternos vividores de la política es que desconocen la realidad del país
Con tanta estupidez en su actuar, la oposición conformada por partidos políticos que piensan hacerle frente a Morena en 2024 sólo ha logrado confundir a la población en general, ya no se sabe si sentir por ellos: enojo, rencor, o de plano lástima por su risorio actuar cada día que pasa y se acerca la elección presidencial.
Es que en verdad, no han aprendido a ser oposición, siguen con un discurso mal hecho, con señalamientos torpes, como si el rencor y enojo que han acumulado en contra de la figura de Andrés Manuel López Obrador pudieran utilizarlo para convencer a la gente de votar en contra del partido político del presidente de la república.
Desde sus lugares de privilegio, lo único que han mostrado los eternos vividores de la política es que desconocen la realidad del país, que en décadas no saben qué es el pueblo y por eso no lo entienden. Que sus discursos han quedado rezagados en odio, venganza y coraje contra un personaje que, haya sido como haya sido, hoy es Presidente de la República, que a pesar de los malos augurios al gobierno al que le queda poco más de un año, el tiempo les ha dado tremendos trancazos que ya es inútil sobarse.
Uno de los últimos ejemplos mal utilizados por los ardidos, e imbéciles opositores es el tema del presunto contenido comunista en los Libros de Texto Gratuitos y el “adoctrinamiento” que pretende el gobierno federal con estos contenidos, y es un tema bastante estúpido al comparar el comunismo con países tercer mundistas pero no mencionar a otros como Rusia y China, cunas de la ideología comunista y hoy potencias mundiales, aunque en la práctica ideológos y politólogos difieran en que el comunismo sea el régimen en el que se desarrolla la China actual.
Es torpe este señalamiento que se parece mucho al utilizado por el sacerdote en la película de Canoa dirigida por Felipe Cazals en 1979 y del cual resultaron jóvenes universitarios linchados por ser presuntos “comunistas”, un discurso que pretende generar miedo entre la población en una época en la que la estúpida oposición olvidó que hay un sin fin de medios y aplicaciones digitales que hacen posible que esta estrategia se revierta en burlas y señalamientos de la gente.
Y es inútil este discurso porque parecería que lo que buscan es que la población conozca la diferencia entre la ideología de izquierda y de derecha, que aprendan lo que significa esta distinción y el por qué es incongruente que partidos políticos como el PAN y el PRD se unan en una alianza, coalición o bloque opositor, parece ser que los opositores quieren, nuevamente, sumarle puntos al Presidente que tanto odian, demostrando la incongruencia en política e ideológica en la que se desarrollan sus quehaceres y eso será demostrar que este tipo de situaciones es más peligrosa que el comunismo que ya ni siquiera tiene una aplicación real en la actualidad.
La importancia de tener una oposición real, que argumente en lugar de intentar engañar, que haga discursos acordes a su ideología partidista, está cada día más alejada de la dignidad y el nivel político que se requiere para hacer frente a un gobierno que aprendió a ser gobierno frente a una oposición que no sabe cómo ser.
¿Qué oposición puede haber en los chillones que gritan y patalean como Santiago Creel? En los perfiles que llegan a la contienda cansados como Beatriz Paredes; que son una contradicción ideológica como la dizque indígena y neoliberal Xochitl Galvéz; y Enrique de la Madrid, un junior de la política perdido en los recuerdos de bonanza y derroche que le dejó su padre.
Pobre Frente Amplio por México, navega entre olas de lástima, risa y pobreza intelectual. Trapiador, es el grupo que en conjunto no ha sabido dar un solo golpe certero, con el dizque líder del PRI, Alejandro Moreno, corrupto que se niega a dejar el cargo; don Jesús Zambrano que, como escuincle, cree que puede amedrentar el bloque e imponer condiciones con su paupérrimo capital político, y Marko Cortés del que ya ni la pena merece señalar y unos empresarios que siguen viendo al país como negocio en el que cada día pierden privilegios y ganan impuestos que ahora sí están obligados a pagar.