Rousseff tiene la esperanza de un acuerdo «in extremis»

Ahora los Golpes de Estado son sin rifles

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Minutos antes de la medianoche del lunes, en su última intervención, Rousseff dijo que tiene la esperanza de que haya un acuerdo para mantenerla en el cargo y de que los senadores actúen con la conciencia de que tienen que superar las diferencias y hacer un nuevo pacto. «Necesitamos tener la madurez para no ver errores donde no hay y hacer frente a los problemas que existen»
Después de casi 15 horas de sesión en el Senado, el Presidente de la Suprema Corte, Ricardo Lewandowski, la suspendió. La sesión del lunes contó con la participación de la presidenta Dilma Rousseff (PT) y se reanudó ayer a las 10 horas. Con la votación de los senadores, se completará el juicio final de la presidenta. «No puedo evitar de sentir el sabor áspero y amargo de la injusticia y de la arbitrariedad. Como en el pasado, resisto.
No esperen de mí el respetuoso silencio de los cobardes», dijo la mandataria en uno de los momentos más importantes de su jornada en el Senado.
Después de su discurso, por la mañana, Rousseff respondió a las preguntas de 48 de los 83 senadores. En varias ocasiones, la presidenta negó las acusaciones y dijo que «hacer un juicio político sin que haya un crimen de responsabilidad es dar un golpe de estado». Dijo también que es la presidenta legítima, elegida por más de 54 millones de brasileños y sólo acepta salir de su puesto si se da una nueva elección para resolver la crisis.
La mandataria cree que los delitos por los que se le acusa y que están dentro de la Carta Magna de Brasil han sido cometidos por los presidentes que la precedieron, que, sin embargo, no han sido acusados de nada. Pide que haya igualdad de condiciones.

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