Home Nuestra Palabra Blanca Vargas Martínez La resistencia frente al despojo

La resistencia frente al despojo

0
La resistencia frente al despojo

Por el derecho a existir

Esta semana se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y resulta una fecha importante para la reflexión y principalmente para la acción por el reconocimiento y respeto de la diversidad cultural. Las poblaciones originarias han sido portadoras de conocimientos milenarios, y que a la fecha resultan vigentes.

La línea de conmemoración es francamente muy delgada entre el reconocimiento y la folclorización, el primer aspecto implica una garantía de derechos colectivos, entre ellos la autonomía, la autodeterminación, los derechos lingüísticos y me parece que, aunque no se menciona tanto debería implicar que las instituciones pongan en marcha políticas públicas, planes y programas que erradiquen el racismo y todas las formas de discriminación.

Es muy común ver en momentos cotidianos el desprecio a las personas a las que se les denomina indígenas, en los estacionamientos de las plazas públicas donde ofrecen sus productos, se les mira como menos, se ejercen prácticas racistas tanto en el lenguaje oral como en el corporal, principalmente con lo que identificamos como “barrer con la mirada”. En las universidades, centros educativos y laborales, se juzga la forma de hablar, de vestir, de pensar y una de las formas más explícitas es el menoscabo por la tonalidad de piel.

En conjunto, somos una sociedad que discrimina deliberada y conscientemente. Estas discriminaciones generan desigualdades, desigualdades que laceran y se perpetúan. Por ello es necesario erradicar estas prácticas, de inicio desde la conciencia de las prácticas que realizamos, de los comentarios, los chistes (que parecen inofensivos).

La folclorización por su parte, es un mecanismo que invisibiliza las luchas por derechos, tiene como finalidad exaltar las producciones culturales como la música, los tejidos, los bordados y todo esto al tenor de las artesanías. Es decir, subsume las producciones de los artistas a un bien de consumo, y ello lo despoja de todo conocimiento y valor convirtiendo las producciones en mercancías para el dispendio. 

La apreciación del folclor parte de la estética, no de la historia y significado de los diversos emblemas. La visión occidental del mundo y el mercado contribuyen al borrado de los saberes, o bien lo que desde la teoría han denominado como epistemicidio.

Frente a estas prácticas, las comunidades seguirán resistiendo, adaptándose y por supuesto generando conocimientos desde sus saberes, mezclados con los aportes que la interculturalidad pueda generar, por ello en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas debemos respetar el derecho a la diversidad y ser arquitectas/os de los puentes de diálogo para garantizar el derecho de existir.