●    Gobierno italiano busca evitar que, como ocurrió tras el sismo de 2009, empresas controladas por el hampa se hagan con los contratos millonarios de la reconstrucción

El Jefe del Ejecutivo, según los medios italianos, estaría pensando en nombrar a Vasco Ernani comisario encargado de la reconstrucción, tras la experiencia de los terremotos en Emilia-Romagna en 2012
«Es inútil esconderlo. Los riesgos existen. La reconstrucción después de los terremotos es un bocado apetecible para el crimen organizado». Franco Roberti, el jefe nacional de la Fiscalía Antimafia italiana, describe con estas palabras publicadas el domingo por el diario «La Repubblica» el gran interés que tiene el Gobierno italiano a la hora de prevenir las actividades corruptas y mafiosas en la fase de la reconstrucción que acometerá una vez realizadas las primeras labores tras el seísmo.
«Las ganancias procedentes de la corrupción y la mafia arrancan a partir del hormigón de baja calidad», explica el magistrado. «Si un edificio está bien construido y se han respetado las leyes, éste puede verse afectado, pero no se derrumba. La autoridad anticorrupción hace bien su trabajo, pero no es suficiente. Nosotros tenemos que controlar los eventuales vínculos entre las empresas y las mafias», añade en relación a las más que evidentes lagunas detectadas en los contratos de años anteriores.
En la opinión pública italiana, la infiltración mafiosa y las actividades corruptas en la reconstrucción post terremotos es un argumento tan extendido que se ha convertido, desde hace años, en un estereotipo. Por eso hoy es una de las grandes preocupaciones, también para el Gobierno, que ha querido dar un fuerte mensaje de esperanza a la población afectada. «No os dejaremos solos». Es el mensaje que pronuncian regularmente el primer ministro, Matteo Renzi, y el presidente de la República, Sergio Mattarella.