El pasado 25 de agosto, vecinos del barrio de Nacozari decidieron agruparse para evitar que un “licenciado” se apropiara de un terreno. Esta decisión la tomaron cuando a las 9:00 horas llegó gente en una camioneta que comenzó a bajar tubos y malla ciclónica.

Varios sujetos comenzaron a cavar agujeros para llenarlos de cemento e instalar tubos, para apropiarse del terreno que queda al pie de la carretera y que pensaron no tenía dueño.

El problema para los invasores comenzó cuando la señora Adela acudió a preguntar a quien dirigía a los trabajadores, si contaba con documentos o permisos, para poner la malla.

El señor no le hizo caso.

Adela insistió. El sujeto aseguró que sí tenía un contrato y que no estuviera de “metiche”, pues no era asunto de su incumbencia… Ese fue su error.

Ante una respuesta tan majadera, Adela dio la media vuelta y acudió a la Dirección de Obras Públicas del municipio, para pedir apoyo.

Quien la atendió fue ni más ni menos que el director de Obras Públicas, quien le dijo “no permitas que pongan la malla. Te voy a mandar una persona que te auxilie”.

De regreso al barrio, y enterados por la señora Adela, los vecinos no dejaron que se continuaran las actividades de enmallado.

Igualmente, decidieron llamar a Seguridad Pública municipal para que ayudara a los vecinos y evitar algún incidente violento. No hubo éxito, los uniformados sólo se dieron una vuelta, pero sin hacer nada al respecto.

Un poco más tarde  se presentó el empleado de Obras Públicas municipal prometido, quien le pidió al licenciado Víctor Peralta le mostrara el permiso o papeles que lo avalaran para hacer obra en el terreno… No lo tenía. Sólo traía un contrato de compraventa sin firmas.

Pocos minutos el susodicho licenciado se llevó en su carro al representante de Obras Públicas, sin informar a vecinos sobre a qué acuerdo llegó,  el licenciado les dijo ufano que no le habían clausurado la obra.

El licenciadete, en tono prepotente y con groserías les habló a los vecinos. Aparentemente buscaba incitar a la violencia. Violencia que no se presentó, porque los habitantes, con inteligencia, evitaron caer en el juego que este sujeto buscaba.

Sin embargo, nunca faltan los “calientes”. Por eso cuando, parecía que la violencia se presentaría, cosa rara, regresaron los elementos de Seguridad Pública municipal para calmarlos. Levantaron dos actas sobre lo ocurrido.

Cabe destacar que la señora Adela tiene las escrituras de la propiedad (cuyo dueño es familiar suyo), y el licenciado Víctor Peralta no quiso dar referencias de la persona para la cual trabajaba como asesor jurídico… porque así se lo pidió. Finalmente, los invasores se retiraron

La señora Adela comentó a Diario Plaza Juárez que no es la primera vez que buscan adueñarse del terreno.  Asegura que el objetivo que tienen los vecinos para ese terreno es instalar un parque o área recreativa para la comunidad.