RETRATOS HABLADOS

●    UAEH: juego de tronos

El control casi militar que el presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán, ha tenido sobre maestros, investigadores, alumnos y administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, ha sido durante tres décadas el principal argumento para que ninguna autoridad, estatal ni federal, haya tenido la intención real de terminar con dicho cacicazgo, bajo el argumento de que “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”.
    Es decir que ha existido un temor real a que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, caiga en manos de un personaje de izquierda, y termine convertida en lo que llegó a ser la Escuela Normal Rural, Luis Villarreal, más conocida como El Mexe.
    Porque si con una cantidad mínima de estudiantes, comparada con la UAEH, lograban en sus buenos tiempos paralizar las actividades de buena parte de la entidad, ni pensar lo que sucedería con el potencial de movilizaciones que representaría nuestra máxima casa de estudios.
    Es por eso que a Sosa Castelán le han perdonado prácticamente todo, lo que él ha traducido en la certeza de que a todas luces le tienen miedo, casi pavor, y la prueba más clara es que pese a las traiciones cometidas en contra de su partido, el PRI, nadie ha tenido la osadía de expulsarlo, y por el contrario no falta el que insista en que es un militante, “con todos sus derechos y obligaciones”.
    Sin embargo los tiempos han cambiado, y el Jefe Máximo de la UAEH parece que no se ha dado cuenta de esa situación, a tal grado que ya son varias las ocasiones en que amenaza con paralizar la ciudad vía la utilización de alumnos, maestros, investigadores y administrativos de la institución como método de presión cuando no se cumplen sus demandas, a veces de plano sus caprichos.
    Tal vez inspirado por el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera, quien recientemente encabezó plantones y toma de edificios públicos para exigir la renuncia del gobernador de esa entidad, Graco Ramírez, Sosa Castelán busca afanosamente reconstruir su imagen pública, y transitar hacia el personaje que se reconozca como “defensor de la autonomía y la educación en Hidalgo”.
    El asunto, pese a todo, es que el control absoluto que había logrado tener al interior de la universidad ha empezado a hacer agua, prueba de lo cual es que un nutrido grupo de alumnos de diferentes institutos, han manifestado que no están dispuestos a ser usados en marchas ordenadas por el líder del Grupo Universidad, y aceptar mansamente que en otras ocasiones se les censure e incluso se les encierre en sus escuelas cuando intentan participar en actividades de protesta.
    Es decir que la garantía que representaba Sosa Castelán como dique para evitar la intromisión de gente de la izquierda radical, presenta severas resquebrajaduras, de tal modo que el relevo podría estar muy cerca, lo que ha prendido las alarmas en los que manejan a su antojo la UAEH.
    Y por supuesto hoy mismo se insiste en las sospechas que existen acerca del costo que tuvo para Sosa Castelán, bueno para la universidad y su presupuesto, la adquisición de la franquicia de Movimiento Ciudadano así como las candidaturas “independientes” en pasados comicios electorales.
    Obsesionado primero con la idea de ser gobernador, y luego el poder tras el trono con el control de alcaldías y diputaciones locales, el ex rector ha perdido las formas incluso, y cada vez sus órdenes al que hace de rector son más agresivas, sin importar que el escenario sea público o privado.
    No hay cacicazgo que aguante más de 30 años, y por lo observado parece que estamos por asistir a uno de los más longevos en la historia de Hidalgo.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta

CITA:
Obsesionado primero con la idea de ser gobernador, y luego el poder tras el trono con el control de alcaldías y diputaciones locales, el ex rector ha perdido las formas incluso, y cada vez sus órdenes al que hace de rector son más agresivas, sin importar que el escenario sea público o privado.
   

Related posts