A manera de despedida, el presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán, a través de sus amanuenses, decidió publicar una carta abierta dirigida al gobernador Francisco Olvera Ruiz, en la que como eje central amaga con llevar en marcha a toda la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, si antes del día 31 del presente mes, no reciben los más de 362 millones de pesos correspondientes al subsidio estatal ordinario y extraordinario.
También asegura que podrían verse en la necesidad de incrementar la colegiatura que pagan los estudiantes, cobrar el servicio de transporte conocido como Garzabus, entre muchas otras advertencias, luego de dar un pormenorizado informe de logros alcanzados por nuestra máxima casa de estudios.
El reclamo por el atraso en las transferencias de recursos tiene un sustento real, pero es evidente que el jefe político de la UAEH decidió aprovechar la ocasión para asestar lo que pensaría, habría de ser un golpe demoledor al gobernador que está a punto de dejar el cargo, y que en el cierre de su administración ha manifestado que su legado será de manera central en el ambiente educativo.
A través de un comunicado de prensa, el Jefe del Ejecutivo respondió que el tema ya fue tratado con las autoridades universitarias, a las que se les explicó que el adeudo será subsanado una vez que se cuente con las aportaciones federales en el ramo, además de precisar que ya fueron realizados depósitos por 41.1 millones de pesos a la cuenta universitaria para demostrar su voluntad de cumplir con el pago señalado. A la fecha, agrega, han sido aportados 312.16 millones de pesos.
Resulta evidente que el objetivo de la carta abierta que no firma el presidente del Patronato Universitario, pero que si lo hace el encargado de la rectoría junto con un grupo de incondicionales, es exhibir a Olvera Ruiz, en una acción que denota el ánimo de cobrar afrentas reales o ficticias.
Y por supuesto mostrar el poder que implica ser el eje central de todas las decisiones en la institución educativa al gobernador electo, Omar Fayad Meneses, con detalles que ahí deja en su desplegado, para que sepa el futuro inquilino del Palacio de Gobierno, que la UAEH, es decir el grupo político, tiene presencia en 27 municipios de la entidad, y cuenta en su haber a 54 mil 829 alumnos, 4 mil 273 académicos y mil trabajadores administrativos.
Ese es el poder constante y sonante, en el entendido de que todos idolatraran la figura de quien ha sido el único poder decisivo de la UAEH durante los últimos 30 años.
Sin embargo, la exhibición de músculo que decidió hacer ante un atraso en la entrega de partidas presupuestales, que no es un hecho extraordinario, sí en cambio entendible por las complicaciones en la federación, a la postre puede resultarle contraproducente.
Pocos s con tintes privados tan poderosos política y económicamente como el Patronato Universitario, ya por ley presencia omnisciente en cualquier decisión que se tome al interior de la universidad hasta el fin de los tiempos.
Pocos también tan opacos en el manejo que hace de recursos provenientes del manejo que hace del transporte universitario (que por supuesto no es gratuito), de los pabellones comerciales, de la renta de inmuebles como el Polideportivo entre muchos otros.
En síntesis: no fue un reclamo legítimo por dineros que son de los universitarios. Sí en cambio un nuevo lance para cobrarse y cobrarle al destino que uno ya fue gobernador, y el otro nunca lo será.
Mil gracias, hasta mañana.
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