A cuadras de distancia, se podía percibir la intensa movilización de elementos de seguridad, sobre todo en la zona que rodea al ex convento de San Francisco. El motivo, la presentación del sexto y último informe de labores de la presidenta del Patronato del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en Hidalgo (DIFH), Guadalupe Romero Delgado, por lo anterior algunos compañeros de la prensa local auguraban un trato similar al recibido en el informe del gobernador.
Sin embargo, y para sorpresa de muchos, esta ocasión la situación fue muy diferente, no hubo vallas de contención, ni bloqueos a la prensa, por el contrario un trato muy civilizado y acorde al evento realizado por el principal organismo estatal benefactor de los sectores vulnerables.
Mientras unos comían chicharrones y otros se distanciaban para fumarse un cigarro, las primeras filas ocupadas por distinguidos funcionarios públicos y damas de Pachuca cuyos peinados parecían idóneos para un festejo posterior, permanecían atentas al video previo al informe que presentaría Romero Delgado.
En el documental que tuvo una duración de más de 15 minutos, se presentaron algunos de los logros obtenidos por el DIFH así como el acercamiento que “La Señora” tuvo con la gente, misma que en el video se mostró agradecida por los apoyos otorgados en las distintas dependencias y áreas dependientes del sistema asistencial.
Posteriormente, hizo uso de la voz, por última vez en un evento similar, la que para dicho informe fue nombrada “Lupita Romero de Olvera”, mujer que con la nostalgia del tiempo vivido al frente de dicha dependencia, hizo un recorrido con la memoria de todo lo realizado, entre lo que destacó el apoyo a los sectores más vulnerables: niños y niñas adolescentes, tercera edad y mujeres.
Tras agradecer a su propia familia, Romero de Olvera, se dijo contenta y satisfecha por el trabajo realizado y tras concluir con su informe, se retiró del escenario.
No hubo entrevistas ni atención a medios de comunicación, ni de Romero Delgado ni de su esposo el gobernador de la entidad, Francisco Olvera Ruiz, quienes en un remolino de gente que buscaba acercarse con “Lupita” y de seguridad personal, así como de funcionarios, ambos personajes salieron en compañía de sus hijos para despedir a algunos invitados especiales.
Finalmente, entre la confusión y el intento de muchos por salir, los bocadillos comenzaron a desfilar, situación que provocó que más de uno se paralizara para degustar hojaldras con mole, sopes, tacos dorados, morelianas y tostadas de tinga, mismas que acompañaron con vino tinto, vino blanco, refrescos o agua de fruta natural, según fuera el gusto.
Así concluyó el informe de actividades de la señora Guadalupe Romero Delgado, con garnachas, gente que acudió a despedirla, y que a cambio recibió un fotolibro que se caracterizó principalmente por tener más imágenes que texto de lo informado, mismos que podrán tener como recuerdo de todo lo que hizo y gestionó en esta administración “Lupita Romero de Olvera”.