Adultos Mayores en el abandono

Tizayuca

●    Ni siquiera los “dadores de pensiones para los viejecitos” acuden a ayudarlos… Este tipo de casos, debería seguirse “de oficio”, como los delitos graves. Que no sea necesario el grito de auxilio para que acudan a ayudarlos 

El señor Benito Peña acude todos los días a trabajar al centro de Tizayuca. Viene desde Villa de Tezontepec. Sale de su domicilio a las  8:00 horas, con todo y sus 89 años de edad y una cruz que lo acompaña con la imagen de la Divina Providencia.
Su trabajo consiste en caminar las calles principales. Se acerca a las personas y les pide le ayuden con una moneda.
Muchas veces lo acompaña su esposa, quien también ya es una persona grande. Juntos recorren largos tramos para pedir ayuda.
Entrevistado por Diario Plaza Juárez, el señor cuenta que siempre ha sido humilde, y sale a pedir una moneda porque ya no puede trabajar. Que actualmente no cuenta con ningún apoyo ni asistencia y por ello debe de salir a esforzarse para poder llevar comida a su casa.
En el lugar donde vive, no hay mucho trabajo, en su casa tiene una hija que ya está grande, y se encuentra enferma y no puede caminar. Tampoco tiene la atención necesaria para poder atenderla.
Comenta que “cuando él estaba joven, se dedicó al campo y de ahí pudo sacar adelante a su familia, pero ahora ya es muy difícil mantenerse. Ya no alcanza para nada”.
Es por eso que sale todos los días, “con la bendición de dios para poder llevar dinero a casa, para tener que comer. Para atender a mi hija”
A pesar de sus problemas, Don Benito tiene un buen sentido del humor siempre está sonriente, con una mejor actitud que muchos jovencitos.
Usa bastón porque a veces le duelen sus piernas. Toma descansos cuando ya no puede caminar. Descansa unos minutos y después continúa y lo va a seguir haciendo hasta que ya no pueda porque no tiene un ingreso.
Es muy triste ver cómo la sociedad no se preocupa por la gente muy humilde. Inclusive cuando van caminando los viejecitos se enfrentan a la indiferencia de sus semejantes. Desconocen por qué piden dinero.
Es cierto, hay muchas personas que lo hacen por negocio pero muchas más viven con carencias.

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