• Cambio de mando
La etiqueta política exige que cualquier gobernante electo espere a que su antecesor dicte públicamente su última voluntad, y una vez que esto suceda dar por empezado el período previo a su toma de posesión, pero ya con un poder real en el manejo de todo el entramado del poder en el estado que gobernará. Esa misma etiqueta política la sigue con regularidad el que se va, aunque por supuesto hay sus excepciones que generan casi siempre conflictos innecesarios.
El evento al que me refiero, cuando el gobernador saliente da a conocer su legado a la posteridad, es el último informe de gobierno, y también marca el arranque de la gestión de su sucesor, ya investido, aunque no formalmente, de todos los elementos que le permitan el ejercicio pleno de las atribuciones que oficialmente recibirá el 5 de septiembre.
La prolongación hasta el último día en las actividades de quien ocupó por casi seis años Palacio de Gobierno ha sido sin embargo una constante, con todo y que lo recomendable es dar paso a las tareas que pueden considerarse domésticas, como es la entrega de la casa donde vivirá el próximo mandatario, si es que no se hizo con la antelación necesaria para los trabajos necesarios de acondicionamiento.
Lo mismo con las oficinas, porque todo nuevo inquilino de las mismas deberá adecuarlas a su muy personal estilo, porque al final de cuentas será el lugar donde pasará la mayor parte del tiempo los siguientes seis años.
Mal hacen quienes aplican el dicho de don Fernando Marcos, eximio narrador de fútbol, quien aseguraba que hasta el último minuto, “tiene 60 segundos”, y lo traducen en que, “hasta las últimas tres semanas tienen días de 24 horas”.
Sin embargo se hace y con mucha frecuencia, porque en resumidas cuentas nadie le puede asegurar a un gobernante que pueda tener una nueva oportunidad de ejercer el poder como lo ha hecho. Se cuentan con los dedos de una mano aquellos que dejaron el cargo para incorporarse a otro de mayor nivel.
El hecho concreto es que el sucesor a partir de hoy empieza a mover las manivelas del poder, y que el norte magnético apunta necesariamente a él, porque la solución o no de problemas está de manera plena y absoluta en sus manos.
Quien camina rumbo al sendero que tiene un letrero que dice “Salida”, sabe que a partir del día de hoy cualquier acto que realice simplemente será por darse un gusto personal, o lo que es igual pensarse el que fue.
Y también desde este día, el gobernador electo sabrá de todo lo que acarrea ser el eje central de un gobierno, de los efectos que tendrán sus decisiones en las vidas de miles y miles de hidalguenses, y por supuesto en la suya.
Sucede cada seis años.
Lo he visto desde hace cinco sexenios, y siempre el hecho es notable para quienes gustan observar todo este escenario fastuoso del poder, al que siempre estamos cercanos por la naturaleza de nuestra labor, y al mismo tiempo lejanos, absolutamente lejanos.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
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Y también desde este día, el gobernador electo sabrá de todo lo que acarrea ser el eje central de un gobierno, de los efectos que tendrán sus decisiones en las vidas de miles y miles de hidalguenses, y por supuesto en la suya.
