Lo arrastraría a la derrota electoral
● Según una encuesta, si hoy fueran las elecciones la derecha volvería al poder
El desgaste del presidente Enrique Peña Nieto arrastra también al PRI que perdería el poder si hoy fueran las elecciones, según un sondeo publicado por el diario Reforma. La encuesta, realizada a 1.200 mexicanos y con un margen de error del 3’3%, arroja que el PAN lograría la Presidencia de México al obtener 27 % de los votos frente al 22 % que conseguiría el PRI.
A dos años de los comicios, Andrés Manuel López Obrador, al frente de Morena sería tercero, con 18 % de los votos, y el izquierdista PRD obtendría sólo el 6 % de los sufragios.
Según esta encuesta López Obrador, en campaña permanente desde hace cuatro años, es el político más conocido pero no logra transformarlo en votos. Aunque concentra una buena imagen también es quien acumula mayor rechazo entre los electores.
Medalla de bronce para el único aspirante que tiene claro que estará en las papeletas electorales de julio de 2018. El resto de formaciones PRI, PAN y PRD aún deben vivir la purga interna que supone elegir candidato.
Entre los candidatos preferidos por los electores; Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, es la persona preferida para representar a la derecha en las papeletas frente al emergente Ricardo Anaya. La diferencia de nueve puntos entre ambos se amplía a 13 cuando quienes opinan son exclusivamente simpatizantes del PAN.
En el PRI, el actual secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, encabeza las encuestas. Osorio saca 9 puntos al actual gobernador del estado de México, Eruviel Ávila. Cuando sólo se consulta a simpatizantes del partido en el poder la diferencia se reduce a seis puntos. Aurelio Nuño y José Antonio Meade, dos de los hombres de quienes más se habla, se hunden y sólo lograrían 2 % de los apoyos en una contienda interna.
La encuesta, realizada a primeros de agosto, toma en lo más bajo de la curva al PRI después de perder siete de las 12 gubernaturas disputadas en las elecciones de junio. Erosionado por el hartazgo frente a la corrupción y la inseguridad, el PRI sufrió un inesperado descalabro y perdió entidades que jamás habían tenido otro partido gobernante (Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo y Durango).