Ubicado en el corazón de la colonia Roma, el Museo del Objeto del Objeto (Modo) se presenta como un edificio típico del vecindario; dentro, comienza con su comentario: mostrar un espacio con la idea original de exponer “basura afortunada”, objetos que generalmente serían desechados pero que guardan un significado, un momento histórico social.
La muestra “175 años de objetos fotográficos: del dagerrotipo al selfie” puede parecer un repertorio de antigüedades, pero en realidad es un rico acervo que ilustra de manera amplia la historia de la imagen fotográfica, sus instrumentos, herramientas y todo el papel que ha jugado en el desarrollo histórico de la imagen.
Tras un “lobby” transformado en la recepción del Museo del Objeto del Objeto aparece una sala que resguarda un verdadero tesoro: un daguerrotipo, el invento del francés Louis Daguerre que fuera el artefacto ícono del inicio de la revolución de la imagen del siglo XIX.
No sin perder la esencia de su origen, el museo que resguarda en sus ocho salas la historia de los arquetipos físicos de la fotografía, ofrece pequeñas pruebas de objetos de un valor más simbólico e histórico que monetario.
Así, más de 150 cámaras, 900 fotografías, objetos relacionados con el mundo de las imágenes, daguerrotipos originales, fotos inéditas de los grandes fotógrafos mexicanos, tienen su turno en este recinto dedicado al cometido de las cosas.
Visitantes a la muestra no pierden la oportunidad de tomar el marco, colocarse en la avioneta de papel y tomarse una foto de recuerdo en la sala que contiene un mural hecho de incontables “selfies” que muestran uno de los últimos eslabones en la cadena de la vida de la fotografía.
La exposición, que termina su periodo de exhibición el próximo 31 de marzo, incluye ejemplares inéditos de fotógrafos mexicanos y extranjeros, tales como: Héctor García, Guillermo Kahlo, Félix Nadar, Los Hermanos Valleto, Los Hermanos Mayo, Octaviano de la Mora, Francisco Mata Rosas, entre muchos otros.
El recorrido reúne proyecciones, láminas explicativas, fotografías, cámaras de los más diversos formatos y marcas y objetos rescatados del desecho y dueños de las imágenes que conforman la vida de la publicidad.
La exhibición es una muestra más del éxito de un museo que con cuatro años de trayectoria ha logrado, tras comenzar con colecciones de envases y empaques de cosméticos, el cometido de revalorar el propósito de las cosas que nos rodean en la cotidianidad.
El acervo, conformado por la historia de la llegada de la fotografía a nuestro país, alberga cinco mil objetos pertenecientes al Modo (de los 150 mil en total de su bodega), reunidos a lo largo de dos años de planeación.
El concepto ha surgido del equipo que conforman Eugenia Macías, curadora; Gustavo Soto, co‑curador y Paulina Newman, directora del museo. Se puede encontrar más información en “www.elmodo.mx”.