Desde hace años denunciaron el gran número de oficiales estatales que habían reprobado los exámenes de confiabilidad y seguían laborando, así como su involucramiento en las desapariciones

La renuncia del secretario de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, no fue suficiente para apaciguar las críticas a su desempeño en la administración de Javier Duarte de Ochoa.
Los sectores empresarial y político calificaron como tardía la dimisión y exigieron una investigación, no sólo por la compra de propiedades, sino de su desempeño como policía en tanto que organizaciones de familiares de desaparecidos señalaron a dicha dependencia de estar detrás de casos de personas extraviadas.
Para el presidente de la Canaco-Veracruz, Jesús Muñoz de Cote Sampiery, la renuncia fue tardía ante los escasos resultados en seguridad.
“Es bueno que haya dado un paso al lado ante los malos resultados; los problemas se fueron incrementando cada vez más, no encontrábamos una solución, al contrario, muchas veces se negaba que sucediera”, lamentó.
Cuando Bermúdez asumió la titularidad de la SSP, la incidencia delictiva en Veracruz —según lo reportado por el gobierno al Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP)— era de 74 mil ilícitos anuales; a partir de 2014 bajó casi 50%.
De 2011 a 2013, el número de denuncias penales se mantuvo en el rango de los 72 y 77 mil anuales, pero de manera sorprendente para 2014 la cifra disminuyó al registrarse 48 mil 480 delitos denunciados.
La presidenta de la organización Causa Común, María Elena Moreira, aseguró que Bermúdez no sólo debe ser investigado por corrupción, sino por los casos de desapariciones de personas.
“Qué bueno que renuncia, pero no basta, independientemente de investigar el origen de su patrimonio, se tiene que hacer una investigación profunda”, expresó.