Divorcio yemenita

CINE DE MAÑANA

Recientemente hemos visto cintas israelíes y africanas sobre el divorcio, pero ninguna llega a los extremos de la yemenita Me llamo Noojoom, tengo diez años y quiero el divorcio de Khadija Al-Salami, que forma parte del XXXVI Foro Internacional de la Cineteca que se exhibirá en el teatro Guillermo Romo del Vivar.
El guión de esta realizadora televisiva nacida en Saná en 1966 narra la historia de Nojoom (Reham Mohammed), una niña de diez años que un día se escapa de su casa para ir a la corte, para solicitar el divorcio.
El joven juez (Adnan Alkhander) se conduele de ella, y decide darle refugio en su casa, en lo que se inicia el juicio, para lo cuál manda detener al padre y al esposo.
El padre confiesa que era un modesto aldeano, que se vió obligado a emigrar a la ciudad en compañía de su familia, luego de que su hija mayor fue deshonrada y se convirtió en objeto de burla en su aldea.
Pero en la ciudad la vida es más difícil y se ve en la necesidad de vender a su hija, para poder pagar la renta.
El tipo que la compró no quiere esperar el tiempo necesario y la viola repetidamente, al tiempo que la maltrata ante la complacencia de su madre.
Cansada de los maltratos Noojoom pide justicia, pero tendrá que enfrentarse a los usos y costumbres de la región, que ven ese tipo de operaciones como algo natural.
Y en Sonita de Rokhsareh Ghaerm Maghami se denunciaba un caso similar, y lo desprotegida que está la mujer en una sociedad machista y retrógrada.
Ana Nojoom bent alasherah wamotalagh resulta pues un conmovedor alegato feminista que ha obtenido premios en los festivales de Dubai y de San Sebastián.

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