IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO

“Concepción adulto centrista de lo que es la juventud, y sus consecuencias”

  • El veinte por ciento de las y los jóvenes están excluidos de oportunidades educativas y laborales, es decir que no estudian ni trabaja

La importancia que tiene sensibilizar a la comunidad adulto centrista sobre la participación de la juventud en favor de la democracia, los derechos humanos y la inclusión social desde una perspectiva de ciudadanía mundial como la clave del desarrollo justo, equitativo, inclusivo y sostenible, sigue siendo una brecha para la generación de soluciones, construcción de consensos y prevención de conflictos en el desarrollo mundial.

Por lo que para saber cuál es la situación actual de las y los adolescentes de América Latina y el Caribe (ALyC), habría que revisar las estadísticas sobre educación, pobreza, trabajo, salud, violencia de género, discriminación, mismas que sólo hablan de lo que se desea construir, y no de la realidad existente. 

Como problemas importantes a nivel ALyC se identifica a la educación, en donde el treinta y un por ciento de la población juvenil de entre 15 y 29 años no han concluido su educación secundaria, y de este porcentaje el cuarenta por ciento no cuenta con las competencias básicas de lectura, escritura, aritmética y resolución de problemas; y el trabajo, con una tasa de desempleo juvenil del dieciocho por ciento, según la OIT.

El veinte por ciento de las y los jóvenes están excluidos de oportunidades educativas y laborales, es decir que no estudian ni trabajan, categorizados en sujetos nini, responsabilizándolos por las fallas del gobierno y del mercado; lo que entonces convierte a estos gobiernos en nini, por no brindar oportunidades educativas ni laborales a la juventud, representándoles la obligación de colocar a estos sujetos en objetos como víctimas y también responsables.

De esta manera, se observan los factores desvinculados al trabajo y educación, y no a los factores motivacionales y aspiracionales de lo que las y los jóvenes desean hacer o ser, por lo que el concepto de juventud se mira desde la perspectiva como sujeto y objeto, esperanza o amenaza, rebeldía o apatía, víctima o un problema, miedo o negación del futuro, o bien, como símbolo del porvenir.

La característica en común del término juventud es de naturaleza deficitaria con lo que se le niega, y con lo que todavía no es como un defecto, subrayando el carácter de defecto, y estimulando el de transición hacia la situación que reemplaza la carencia, de ahí la pregunta, ¿ué quieres ser cuando seas grande? Como si la existencia fuera de personas adultas, y lo peor aún, las políticas públicas actúan en función al término. 

Cabe señalar, que desde el 2015, el noventa por ciento de la juventud está conectada a alguna red social, por lo que hoy tenemos a la red de jóvenes más educada, más informada, más activa, más conectada y móvil de la historia de la humanidad, que estamos desaprovechando en la construcción de políticas públicas.

Por tanto, debemos repensar las oportunidades educativas, laborales, de salud, etc en pro de las políticas públicas de la juventud, desde el marco de la diversidad y, contemplando sus aspiraciones y necesidades reales con un enfoque de cultura participativa con la promoción de espacios públicos de diálogo y debate, conceptualizando a las y los adolescentes como sujetos políticos y de sujetos de derecho, y no a los estereotipos del concepto de juventud que los coloca en una situación de carencias y defectos.

¡A darle voz a la juventud!

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