Por: Martín Trigueros
Encabezado por el seminarista, Daniel Ibarra Sánchez y un grupo de mujeres, niñas y niños; se llevó a cabo por cuarto año consecutivo, el Viacrucis meditado o bíblico en la Basílica de Santa María de Guadalupe, parroquia conocida como “La Villita”.
Los niños encabezaron la procesión, que recorrió cada una de las catorce estaciones (dentro de la Basílica) en las que cada año se recuerda el camino que siguió Jesús rumbo al Calvario y su posterior muerte en la cruz.
El objetivo de este tipo de viacrucis es centrar la atención en nuestro interior y enfocar nuestras energías en la contemplación de Jesús, muerto por la salvación de nuestros pecados.
Mientras tanto, el padre Tomás Roque y otro sacerdote, continuarán confesando durante la tarde, para que los fieles puedan acercarse a reconciliarse con Dios.
