
Pulso del Mezquital
Conozco hombres valientes y hombres aventados. Como el presidente municipal de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor, que es caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños e implacable con los malvados, aunque claro, los resentidazos sociales, esos que solo les gusta ver al mundo arder, no lo entienden y no lo entenderán y lógicamente, le van a encontrar siempre el negrito en el arroz.
Resulta, que el presidente municipal, antes prianista y hoy purificado por el halo de Morena, reveló que efectivamente fue tocado por la corrupción, pero pues eso es un asunto del pasado, ya solo le faltó decir, como se dice vulgarmente, se la dieron a oler, pero de último segundo se echó para atrás y se negó a sucumbir a los encantos de la estafa siniestra.
Resulta que durante la visita del gobernador Julio Menchaca al municipio de Chilcuautla, el presidente municipal, haciéndose el muy macho, así, frente al Procurador Santiago Nieto, quien no le quedaba más que fruncir el ceño, reveló que efectivamente recibió dinero de la denominada estafa siniestra, dinero que formó parte de la trama que costó a Hidalgo unos 800 millones de pesos donde unos 16 alcalde están involucrados.
Según él, el dinero se recibió a las arcas municipales, pero en un reflejo de lucidez, decidió regresarlo. Pero como sucede en estas cosas, los resentidos sociales no le creyeron mucho, no solo porque no es convincente su versión, sino porque conociéndolo, saben que si algo le gusta al presidente, es el dinero fácil y no siempre bien habido.
Y es que los inadaptados sociales, cuestionan que si en verdad fuera honesto, en primer término no debió aumentarse su sueldo en menos de tres años en casi 30 mil pesos y mucho menos su empresa constructora estaría encargándose de la obra pública del municipio, es decir, un negocio redondo a costillas del municipio.
De acuerdo a los chismosos, que en este mundo nunca faltan, el alcalde habría recibido 50 millones de pesos de la estafa siniestra. Y lógicamente no fue por una casualidad, él estuvo involucrado en todas las negociaciones y aceptó el trato, pero mientras con la derecha recibía dinero, con la izquierda ya negociaba su llegada a Morena, donde le abrieron las puertas de par en par, por parte de Pedro Porras quien era el operador político en la campaña electoral.
En las negociaciones salió el tema de la estafa siniestra e hizo revelaciones para ayudar a descubrir la trama, entonces por recomendaciones de los operadores de Morena, aceptó.
En otras latitudes, alguien así ya se hubiera ido o mínimo, con un poco de pena, saldría a reconocer su falta e irse, pero aquí, se niegan a arrojar la toalla hasta componer las cosas o dejarlas mucho peor. Pero la historia nos ha demostrado que cuando alguien se propone defender al peso como un perro o estar al borde del precipicio, pero juntos dar un paso adelante y otras similitudes, significa que todo va a salir de la patada. Solo una reflexión nos deja con esto el presidente, que de él podremos decir lo que queramos, pero hay dos cosas que no tiene, dinero y vergüenza.
En corto:
- El conflicto del mercado Morelos en Ixmiquilpan, se estará complicando en esta semana, socialmente y legalmente.
Sígame en twitter.
@MarkoCabanas