Los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Armando Ríos, Zoé Robledo y Mario Delgado presentaron ante la Comisión Permanente un punto de acuerdo por el que solicitaron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizar una fiscalización del destino y ejercicio de los recursos obtenidos por el impuesto a refrescos para los ejercicios fiscales 2014, 2015 y 2016.
Así como el presupuesto ejercido en los bebederos escolares en escuelas públicas como parte de los recursos obtenidos por esos impuestos.
En el punto de acuerdo, los legisladores expusieron que en México, el consumo promedio per cápita de refrescos por día es de 500 mililitros, lo cual se traduce en una recaudación diaria aproximada de 60 millones de pesos, sí se considera que cada litro está tasado con un peso del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Señalan que el consumo no se redujo y tampoco en las poblaciones con bajos ingresos, pero el gravamen si dio más recaudación al gobierno.
Por ello el gasto en bebidas respecto al ingreso total del hogar, estos representan cerca de 7% aunque los consumidores pudieron comprar 3% menos de su canasta básica alimentaria derivado del aumento de precios.