LOS LADRONES LO TENÍAN APUNTADO
Un señor muy confiado de que el estado de Hidalgo es uno de los más seguros de la República Mexicana, cobró la cantidad de 560 mil pesos en la sucursal bancaria de Ciudad Sahagún, y al llegar a Pachuca lo desmadraron y se los quitaron.
Dicen por ahí que lo venían siguiendo, fue sometido violentamente por dos tipos de cuidado que escaparon y nadie les vio la cola. Un hombre de 58 años de edad se dirigía a su domicilio en la colonia ISSSTE de Pachuca, cuando iba a llegar a su domicilio le pararon el alto dos sujetos que viajaban en una motocicleta, le apuntaron con una pistola, le dieron unos madrazos, le quitaron el dinero y lo dejaron tirado.
Se puso a gritar como loco, hubo gente que lo auxilió y llamaron a los gendarmes, que al enterarse de lo que le había pasado, rápidamente implementaron el operativo “Cero”; anduvieron por todo Pachuca, y regresando con cero detenidos.
El agraviado, de quien se omite su identidad para que no digan que entre más grandote más burrote, después de haber sido auxiliado por los socorristas que le brindaron los primeros auxilios por la lesión que le hicieron en la cholla de un cachazo, denunció los hechos ante el Ministerio Público, dando curso a la investigación única del robo por asalto y la cantidad de varos que le quitaron.
En sus declaraciones dijo que la tarde del pasado viernes fue a la sucursal Banorte, que se encuentra en Ciudad Sahagún donde retiró la cantidad de 560 mil Chuchos en efectivo. Una vez realizada la operación bancaria, explicó que abordó su camioneta y se dirigió a su casa en la colonia que ya les dije, y al bajar ya lo estaban esperando dos sujetos montados en un caballo de acero que al verlo le ayudaron a bajar.
Comentó que uno de ellos sacó una pistola y le quitó el dinero dándole en la chirimoya un golpe, que sonó a bote viejo, y vio cientos de estrellas, le arrebataron la lana y “Vieja el último”, no supo ni por donde escaparon. Les gritó que se pararan pero no le hicieron caso, se puso a gritar a todo pulmón que le echaran la mano porque lo habían robado.
Minutos más tarde llegó un batallón de uniformados que tuvieron que echar a la gente hacia atrás, porque no los dejaban pasar a verlo; todavía no les terminaba de platicar a los uniformados cuando salieron por todos lados dejándolo con la palabra en la boca.
Fue como a las 6 de la tarde cuando los elementos uniformados reportaron que habían encontrado la motocicleta abandonada en la comunidad de Matilde, era marca Duke, color negro con gris y naranja, dijo el comandante que pudo ser que los ladrones al sentir que ya les pisaban los talones, la abandonaron y se fueron a pie o en un camión guajolotero.
Llegaron la crema y nata de la policía, agentes investigadores, peritos en criminalística, balística, química, retórica y sistema decimal, dactiloscopia, policías de la municipal, de la estatal, y de nuevo, le hicieron preguntas para ver si de chiripada capturan a los ladrones que le quitaron un buen de lana.
SONÓ LA ALARMA
Despertó al velador y agarraron a un ladrón, pero vamos a saber la historia de un solitario ladrón que mediante un cristalazo pudo entrar a la tienda Coppel, que se encuentra en la calle 21 de marzo, en el municipio de los satélites, donde no hay satélites, sólo antenas.
Era casi la medianoche, cuando salen las brujas, pero este no salía si no entraba y pensó que se iba a valiar, pero se espantó cuando de momento sonó la chicharra, y cuando se quiso pelar de casquete ya estaba rodeado de varias patrullas y los policías con el ojo en la mira de su fusil.
Dijeron los comandantes que estaba roto el cristal, y esperaban que por ahí saliera, y cuando lo hizo ya lo estaban esperando los uniformados como aboneros en quincena, para que no se les escapara, y se lo llevaron para ponerlo tras las rejas.
Se cuenta que el sábado, alrededor de las 11 de la noche con 55 minutos, sonó la chicharra que está conectada al C-4 y despertó hasta al comandante de guardia, que se cayó de la silla, y se dieron cuenta que estaban robado en la tienda comercial.
Cuando llegaron los uniformados vieron en la puerta principal, en el vidrio de metro y medio de altura, un agujero que habían hecho con una piedra grande, como dice el dicho que al tamaño del sapo es la pedrada.
Como siempre los uniformados hicieron la mosca chillar, dijo el director de seguridad que ellos estaban listos para sacar a un batallón de ladrones, porque así es su modo de robar, que había vistos francotiradores en las esquinas y tiradores de pecho a tierra y a pie.
Dijo que les dudó la cola porque cuando entraron vieron marcas en todas partes, y pensaron que por lo menos era una docena de ladrones, las siguieron con la carabina bajo el brazo, con el dedo en el gatillo listo para jalarlo, en caso de que se les aventaran o dispararan primero.
Pero al ver que era un mono que estaba solito, escondido, lo sacaron a patadas y se lo llevaron a su pulguero a la barandilla, que es su cuartel general, y más tarde cuando llegó el Ministerio Público anotó en su carpeta investigadora única que el ladrón era un solitario, y quedó encerrado hasta que arregle su bronca. Está acusado por intento de robo.
Cabe mencionar que en otras ocasiones son pandillas las que han robado la tienda, por eso ponen la alarma, para caerles en la movida, porque se han llevado mercancía y dinero, pero esta vez se la pelaron.
SE DIO UN BALAZO EN UN OJO
Un hombre se fue directo a rendirle cuentas a San Pedro porque se dio un balazo en un ojo con una pistola “Lapicero” calibre 22, el domingo pasado. A las autoridades se les ha hecho bolas el engrudo, porque no saben qué pasó.
Rumoran entre ellos que a lo mejor se suicidó o quiso firmar un cheque en blanco, andan investigando pero hasta ahorita no dan una; los hechos sucedieron sobre la carretera Tulancingo-Cuautepec, en la ciudad de las antenas, por La Colonia.
Sólo saben que se llamaba Isidro, tenía 40 años de edad, su cadáver quedó mirando al cielo con un ojo, y con los brazos en cruz.
Llegaron los socorristas de la Cruz Roja y dijeron que ya no tenían nada qué hacer, había colgado los tenis.
Los uniformados se encargaron de notificar al agente del Ministerio Público de Tulancingo, que llegó y anotó en su carpeta investigadora única que un hombre estaba muerto, con un balazo en el ojo, y mandó a uno de sus gatos a que le fueran avisar a sus familiares, en la bolsa de la camisa llevaba su credencial de elector.
La viuda dijo que no sabe nada, que estaba al igual que ellos, y que Isidro había salido de su casa rumbo a su trabajo. Pero los agentes investigadores andan preguntando por aquí y por acá, a ver qué pez con su muerte.
NOTAS CHIRRIS
UN SUJETO INTENTÓ ATACAR A UNA MUJER
Eso fue en Atotonilco de Tula; una joven mujer de 20 años de edad fue atacada el viernes pasado por la noche, dijo que caminaba por una calle muy oscura para llegar a su casa, pasaba por un callejón cuando sintió unas manos que le levantaron el vestido y trataba de tirarla.
Pero la mujer no se dejó agarrar mientras lo agarró de las greñas y no lo soltó, y con la otra mano le agarraba las manos al atacante, y de vez en cuando le daba sus rasguños que le sacó los pellejos de los cachetes, cuando la soltó ella se levantó y gritó a todo pulmón pidiendo auxilio, salieron unos vecinos que le echaron la mano y agarraron al lujurioso.
Llegó la policía y vieron que estaba todo rasguñado, parecía que se había aventado una madriza con un gato. Se lo llevaron a la barandilla y fue la mujer para acusarlo personalmente. Dijo que sale de su trabajo a las 10 de la noche y cuando se le pasa la combi, se la tiene que aventar a pata. Pero le habían dicho sus compañeras que por ese lugar salía un individuo y las agarraba por la retaguardia, las tiraba y abusaba de ellas; por vergüenza nunca lo echaron de cabeza ante las autoridades.
Dijo la mujer que con ella se la peló, porque por las moscas se pone unos calzones de seda, otros de lana, un pantalón de los que usan los ciclistas, luego otro, y encima su vestido; así está pelón para que la encueren. El abusador quedó a disposición de las autoridades de la Procuraduría General, donde anotó en su carpeta investigadora que un individuo quiso abusar de una joven mujer, pero quedó como cautín por las ganas.
EN TLAXCOAPAN PIDEN SEGURIDAD
La tarde del viernes decenas de familias de ese municipio se reunieron en la cancha deportiva, conocida como Patricia, que se encuentra en el barrio Apepechoca de esa ciudad. Minutos después a las 6 de la tarde, los vecinos comenzaron a tratar temas referentes a seguridad pública, que son unos burros todos los gendarmes de Tlaxcoapan.
Esto fue a raíz de los hechos ocurridos hace días, donde un pobre hombre fue linchado por unos locos que ven delincuentes en todas partes, y también se iban a echar a una mujer pero la salvó la campana, ya la tenían entre cuerdas.
En esta reunión los vecinos y vecinas, que tienen en su conciencia la muerte de un inocente, dicen que trataron de dialogar con las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Miguel Ángel López Hernández, para que les ofrezca seguridad y no vayan a meter la pata de echarse otro cristiano. Dijo una de las mujeres:
“Queremos que se ponga las pilas el güey y nos mande más policías, en barrios y colonias, y localidades del municipio de Tlaxcoapan”.
Otra de las comadres dijo: “Queremos que haya más policías, que vigilen los sectores del municipio sobre todo por las mañanas y las tardes, para evitar que ocurran hechos que afecten a la población”.
“Fíjese comadre que desde que me dejó mi marido he estado muy sola, y a veces necesitamos algún amiguito para pasar el rato. Me andaba haciendo la ronda, para pegar su chicle, un chofer de un taxi y seguido venía a buscarme, yo me hacia del rogar porque no hay que soltarlo luego luego, pasó en la tardecita a donde nos quedamos de ver, pero una patrulla lo vio, se bajaron los policías, se lo llevaron al bote diciendo que era un sospechoso, le cobraron una multa administrativa para dejarlo salir y le dijeron que si lo volvían a ver por estos lugares lo iban a encerrar, y le iban a recoger su unidad. Por eso ya no regresó y me dejó como novia de pueblo”.
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