SE LO EMPINARON SIN QUERER
Muchas veces los policías se levantan con la pata izquierda, o no les da la bendición su vieja, por eso no agarran algún pez gordo, ni son felicitados por sus superiores o por mala suerte los encuentran echándose su coyotito, y se maman su arresto o los corren para que se vayan a dormir a su casa.
Pero hay veces que tienen mucha suerte y les brinca la liebre donde menos la esperan, como este gendarme que amaneció de buenas y la suerte estuvo de su lado para agarrar a un delincuente a quien buscaban en su Estado.
Este canijo ladrón les había agarrado su punto débil y operaba en una plaza comercial al sur de Pachuca. Era un tipo de Sinaloa, donde le tocan la tambora, el quelite, después el niño perdido, por último le cayó el chahuistle; su trabajo era robar automóviles por medio de estafar a los clientes, nadie podía pensar que tenía una orden de aprehensión de un juez norteño.
En esta ocasión vamos hablar muy bien de un comandante, pero nada de iniciales, nos vamos directos, el Coordinador de Seguridad Roberto Cordero Mercado nos dio a conocer lo que ustedes van a leer.
Al patrullar, sus elementos fueron llamados por una mujer mediante señas, pero no querían ir porque ellos juraron nunca traicionar a su vieja greñuda, al no hacerle caso mejor ella se acercó y les dijo que ella es vecina del Estado de México y les contó que iba hacer un trato de compraventa de un automóvil, pero el hombre no portaba ninguna identificación y mejor no le entro al bizne.
Eso les llamó la atención a los uniformados, porque todos tienen que usar alguna credencial; la mujer se los señaló: “Ese es”, el hombre al ver que lo señalaban se puso como jitomate y muy nervioso, los azules lo llamaron pero él les subía y baja el hombro como diciéndoles que no.
Los gendarmes se le acercaron, y la señora siguiéndolos como escolta llegaron a donde estaba y le dijo: “No hay Pez señora, si usted no quiere, no hacemos el trato y ahí nos vemos”, al ver eso el comandante les ordenó que lo detuvieran, lo alcanzaron y le dijeron que se identificara.
Les dijo que era del mero Sinaloa, vino a Pachuca a ver cómo había quedado la Plaza de Independencia, y les dijo que francamente muy fea. El comandante Borrego, (perdón) Cordero le dijo que tenía que mandar a su lugar natal los datos a la base de Plataforma México, para ver quién es o qué pitos toca en Pachuca, porque vienen muchos a ver la hora en el reloj, y se quedan a robar.
Fue cuando el hombre por poco se le hinca: “No sea gacho, hágame un paro, la neta tengo una orden de aprehensión, si usted me deja libre yo le doy para sus tunas, que diga, yo le doy 30 mil varos, sólo me deja hacer una llamada y en un momento me traen la lana”.
Cordero Mercado dijo que llamó a la Plataforma México y le dijeron que la persona contaba con la orden de aprehensión en el estado de Sinaloa. El delincuente le dijo al uniformado: “No sea chiva jefe, yo sé cómo se manejan estas cosas, le doy el dinero, me deja ir y no pasó nada”.
Les dijo el comandante a sus secuaces que lo agarraran, pero antes de subirlo a la camioneta patrulla le leyeran sus derechos, pero eso no es todo, dijo el jefe policíaco que después llegó una señora haciéndole mención que ese güey se identificó con ella como Carlos Ramón Guevara López, que en días pasado le robó su automóvil Seat tipo Ibiza, de color negro, modelo 2002 con placas del Distrito Federal.
Ya no hablaron más, en bola se los llevaron, a las dos viejas: a una que tranzó y la otra que estaba a punto de hacerlo, y al delincuente, a quien pusieron ante el Ministerio Público que anotó en su carpeta investigadora que a lo mejor era un tipo amigo del “Chapo” porque venía de Sinaloa.
LA QUERÍAN LINCHAR
Porque aseguraban que protegía a su hijo, que estaba acusado de violador; la rescató la policía y por un pelito se la echan al plato, la pobre mujer les decía a los verdugos que ella no tiene vela en el velorio, ni sabe dónde está su hijo.
Con la nueva ley hubieran quitado eso de los linchamientos, porque muchas veces pagan justos por pecadores, ya cualquier borracho que llega a su casa le pega a su vieja y le dice que la va a linchar, la pobre mujer se mete debajo de la cama y no sale por más que le pica con un palo.
Los pobladores de la localidad de Mariano Matamoros, municipio de Tlaxco en el vecino Estado de Tlaxcala, intentaron linchar la madrugada del sábado a una de las vecinas, a la que acusan ser tapadera de su hijo, que violó a una menor de edad y ella lo ayudó a que se pelara de casquete.
Se dice que el fugitivo se vino a refugiar al estado de Hidalgo, para evitar que le rajaran cuanta madre tenía. Fueron varios los que la sacaron de su casa en paños menores, para llevarla a la plaza pública y darle muerte por el daño que causó su hijo, ella llorando les dijo que no sabía nada, que si su hijo cometió el delito, que lo buscaran para que pagara el daño.
Pero al grito de tírenle al negro, la señora recibía una bola de pedradas, le habían abierto la cholla y tenía todo el cuerpo chipotudo. Estaban a punto de darle matarile cuando llegaron los gendarmes repartiendo macanazos, patín y madrazos, y se las quitaron de las manos para subirla a la patrulla y ponerla a salvo.
Los hechos fueron reportados alrededor de las 11 de la noche, cuando tocaron las campanas de la iglesia del lugar para que salieran los vecinos a buscar a un joven de 16 años de edad, acusado de haber violado a una niña.
Lo anduvieron buscando por aire, mar y tierra, debajo de las piedras, casa por casa, casilla por casilla, en los cerros, en los patios de cultivo, algunos dijeron que se lo había tragado la tierra. Al no encontrar al que buscaban, los molestos vecinos dijeron que fueran por su madre, pero no de ellos, si no del violador.
La mujer dormía soñando con los angelitos, en la comunidad de Tlaxco, cuando le cayó el chahuistle, entraron a su propiedad más de 50 vecinos que los que iban a la cabeza del grupo la pararon de las greñas y la sacaron poniéndola ante todo el pueblo como tapadera de su hijo el violador.
Ella juraba por todos los santos que no sabía de qué le estaban hablando o qué es lo que querían. No la dejaban hablar, pedían que la mataran, la amarraron de las manos y la llevaron jalando hasta el kiosco del pueblo para ponerla con Pilatos, (perdón) ponerla con el juez conciliador para que la juzgara y le diera pena de muerte por tener un hijo violador.
El Juez no pudo calmar a la chusma y por defenderla se le iban a voltear, también a él le darían en su jefa por alcahuete. La cosa se estaba poniendo color de hormiga, porque salían más vecinos y llegaban de otras comunidades a unirse al linchamiento; la señora no dejaba de llorar de dolor, de pena, y porque el pueblo la había desconocido.
En el momento en que dieron la orden de que se le aventaran todos al mismo tiempo a matarla con palos, y lo que llevaran como armas, llegó la gendarmería de Osorio, que haciendo una rueda lograron sacarla y llevársela en la patrulla, los vecinos se les quisieron poner a las patadas a la gendarmería que iba protegida y vestida como Tortugas Ninjas, enmascarados con botas de casquillo para las patadas.
Llegó el Agente del Ministerio Público para aplicar la nueva ley y dialogaron con los pobladores, los convencieron de liberar a la mujer, les dijeron que estaban ocasionado un delito y todos los presentes irían a la cárcel. Después de varias horas de estar alegando de decir lo mismo, entre los pobladores y las autoridades, se prolongó hasta la mañana del domingo. Por fin dejaron libre a la señora Diana Aurora Carreño, pero le hicieron una declaración para que el pueblo no se le fuera a voltear, dijo que ella no sabe nada de su hijo, desde hace mucho tiempo que se fue de la casa.
El acusado llegó el viernes, ella lo puso como pañal de recién nacido, él se enojó y se volvió a ir, la verdad no sabe por dónde ande, pide a la policía investigadora que lo busque y cuando lo encuentren le digan dónde está para que ella misma le vaya dar de cachetadas, por el susto que le dieron los vecinos del pueblo. Y tendrá que irse a otro lado, porque es imposible vivir con gente que no entiende razones.
TERMINÓ SU PARRANDA EN EL HOSPITAL
El encargado de una tienda Oxxo le dio en la madre, porque se quería robar unas botellas para seguir la borrachera. Un alcoholizado sujeto perdió la brújula y en lugar de meterse a una cantina de mala muerte, cambió el rumbo y se metió a la tienda.
Le pidió al encargado que le vendiera un pomo porque estaba picado y quería seguirle la tos al gato, le preguntó que si traía dinero para pagar porque en esos lugares no se fía.
Le dijo el borracho que él llevaba mucho dinero y le compraba a su vieja y a su jefa, pero antes quería una botella porque andaba muy contento. Para evitar broncas el despachador le dijo que no le vendía nada, y que se fuera antes de que lo sacara a madrazos, porque con ese cuento van y luego roban.
Esto que ustedes están leyendo ocurrió como a las 9 de la noche, en la tienda que se encuentra en la colonia Venta Prieta, sobre el Boulevard Felipe Ángeles, en Pachuca.
Trató de calmarlo para que se fuera a dormir la mona, pero este estaba necio, parecía disco rayado diciéndole lo mismo.
Tanto anduvo buscando ruido al chicharrón, que el encargado de la tienda le dijo que ya le había llenado el buche de piedritas, que se saliera y afuera se aventaran una madriza. El borracho, de 42 años de edad, que no entendía razones como Gabino Barrera cuando andaba en sus borracheras, le mentó la madre y le dijo que se brincara el mostrador para ver de qué tigre salen más rayas.
Pero al salir de la tienda, el borracho, como se veía que había chupado más que un recién nacido, se tropezó con el escalón y “Bolas”, cayó de cabeza que sonó a bote viejo y ya no se movió. El encargado le dijo a los testigos que él no lo había tocado y llamó a la ambulancia de la Cruz Roja, que llegaron acompañados de los gendarmes, que a huevo se querían llevar al encargado de la tienda diciendo que él lo había aventado.
El comandante de los gendarmes entrevistó a un testigo, quien le contó cómo había estado la movida, que el borrachito se resbaló porque el piso estaba mojado de la lluvia, paró las patas y ya no se levantó.
Ya no hubo arrestados, sólo pidieron los familiares a los socorristas que por favor lo llevaran a una clínica o a un hospital de beneficencia, se equivocaron y lo llevaron a la Beneficencia Española, donde cobran por respirar. Al lugar se presentó el Ministerio Público con su carpeta investigadora, anotando que del madrazo había perdido el conocimiento.
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