Por el derecho a existir
Es 16 de febrero mientras escribo estas líneas, día en el que se enmarca la conmemoración del 27 aniversario de los anhelados Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, documento pionero para el reconocimiento de la pluriculturalidad del Estado Mexicano, recordatorio de las deudas pendientes con los sujetos de derecho indígena, pero además es un documento tejido desde la dignidad, la resistencia y las formas diversas de existir, es en palabras de Silvio Rodríguez, la necedad de lo que hoy resulta necio.
Además, estamos previos a la conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna (21 de febrero), que dicho sea de paso está dentro del decenio de las lenguas indígenas, que es -como le llaman- un esfuerzo por la preservación, promoción y difusión de los idiomas nacionales.
En medio de estas dos fechas tan representativas e importantes, la realidad es una cachetada que contrasta todo discurso folclorista, el racismo y la discriminación siguen protagonizando las formas de exclusión social que viven los pueblos indígenas.
MONGABAY, Periodismo Ambiental Independiente en Latinoamérica, el 31 de marzo de 2022 reportó que en México en tres años se habían asesinado a 58 defensores (as) del ambiente y el territorio, con la mayor afectación a los Pueblos Indígenas, pues los megaproyectos y otras formas de desplazamiento forzado y colonización no solo extinguen las lenguas, sino toda una forma de vida de las poblaciones indígenas.
En este sentido, la violencia estructural continúa azotando a las personas que mantienen la necedad de lo que hoy resulta necio, necedad que tiene un alto costo, las organizaciones indígenas hoy exigen la aparición con vida de Ricardo Lagunes y Antonio Díaz, defensores del territorio, quienes fueron desaparecidos en el mes de enero.
Por eso, aunque digan que pasó de moda la locura es importante mantener la necedad de vivir sin tener precio (Silvio Rodríguez), y sumarse a la exigencia del respeto a la vida y a las luchas de las poblaciones indígenas que día con día dan muestra de la resistencia a través de las vindicaciones sociales que nos invitan a que la dignidad se haga costumbre (Jacinta Francisco).