“Ahora los feos están de moda”

“Ahora los feos están de moda”
Photo Credit To Agencia El Universal

En el verano de 1925, estudiantes de la Ciudad de México organizaron un concurso para coronar al Rey Feo. Todo surgió por una encuesta que realizó el suplemento El Universal Ilustrado con la pregunta “¿Para qué le sirve la fealdad?”.

“Ahora los feos están de moda”, escribió José Corral Rigan, que en realidad era el pseudónimo de Carlos Noriega Hope, director del suplemento.

Aunque en un inicio el concurso progresaba lento por la vergüenza de reconocerse lo suficientemente feo para ser coronado como rey, con el paso de tiempo estudiantes de diversas escuelas se disputaban el título. 

El rey de los feos, 11 de junio de 1925

El preparatoriano César Garizurieta surgió en la palestra del escándalo exhibiendo como título un admirable sobrenombre de reminiscencias zoológicas: “El Tlacuache”.

Otro de los candidatos a Rey Feo, y que tiene probabilidades de alcanzar el triunfo es Gustavo Berges, “El Bolas”.

Después de la preparatoria y de Jurisprudencia, las demás escuelas sostienen a sus reyes  con creciente entusiasmo:

La Escuela Nacional de Medicina se dividió en dos bandos, uno que sostiene la candidatura de “El Pelícano” y otra que postula a “El Siringo Luminoso”.

La Escuela Libre de Derecho, por su parte, sostiene a capa y espada a “Venancio” llamado a última hora “Cupido I”.

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