Por fin, dejan actuar al Ejército y Marina

Por fin, dejan actuar al Ejército y Marina

RETRATOS HABLADOS

La violencia sin freno nunca se ha ido del país desde hace por lo menos tres sexenios. Por el contrario, ha crecido año con año, y a ciencia cierta no se sabe si con la detención de Ovidio Guzmán, finalmente se habría decidido dar por terminada la estrategia fracasada del “abrazo, no balazos”, para permitir al Ejército y Marina hacer su trabajo, que de ninguna manera tiene como objetivo llamar a los delincuentes a entrar en razón, o amenazarlo con que serán acusados con sus abuelitas. Las Fuerzas Armadas tienen un objetivo esencial, que es imponer el orden y la paz social, y ya logrado permitir que los políticos argumenten lo que quieran.

Pocas veces se han observado tantos agravios a militares y marinos a manos del “pueblo bueno y generoso”, dedicado al robo de combustibles bajo pago de la delincuencia organizada, pero que corría a punta de pedradas y mentadas de madre a soldados, en tanto gritaban: “déjenos trabajar”.

Por eso, llama la atención que en una operación que no sembró de cadáveres la ciudad de Culiacán, porque ninguna organización delictiva tiene más poder de fuego que el Ejército y la Marina, se lograra la recaptura del hijo del Chapo Guzmán, sin que llegara orden alguna para su inmediata liberación por el miedo a que sus lugartenientes destruyeran la capital sinaloense.

No es así, nunca fue así, y lo que hoy mismo observamos es que por fin se aprecia una primera acción real de combate, en contra de los que en casi todo un sexenio se buscó convencerlos de que portarse mal, tarde o temprano les iba a causar penas y tristezas. 

Y en esa búsqueda de convertir al bien a los malos, pasaron ya casi cuatro años, sin que se lograra que se arrepintieran de sus maldades, y lejos de ello decidieron arremeter con más saña en contra de la ciudadanía. Porque si hay algo cierto, es que, en esta espiral de violencia, quien la paga siempre con su vida o con crisis recurrentes de tipo económico, es precisamente el pueblo bueno.

Ayer, sin embargo, observamos un actuar inteligente, bien planificado, que habla del nivel que sí tienen nuestras Fuerzas Armadas, y que solo necesitan las dejen trabajar, actuar de la manera para la que cada uno de sus integrantes fueron preparados, y la posibilidad de recuperar el orgullo de ser integrantes del Ejército y la Marina.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

Related posts