El Brexit castiga a la economía

El «proyecto miedo» estaba fundamentado
●    La libra cae a su peor nivel en 31 años, el Banco de Inglaterra toma nuevas medidas y tres fondos inmobiliarios suspenden su cotización
Ayer, doce días después de la votación, se comenzó a sentir súbitamente todo el dolor de la ruptura. «Hay evidencias de que algunos riesgos del Brexit están comenzando a cristalizar», reconoció el director del Banco de Inglaterra, Mark Carney, «La economía ha entrado en un período de incertidumbre», advierten. La libra cayó a su peor registro en 31 años frente al dólar

La campaña del referéndum fue sencilla argumentalmente. Los partidarios del Brexit hicieron una apelación nacionalista para liberar al país de Bruselas, «el día de la independencia», según clamó con éxito Boris Johnson. Además, desdeñaron las advertencias económicas de la campaña del Remain, que bautizaron como el «Proyecto Miedo» de Cameron.
«La gente está harta de expertos», zanjó Michael Gove, ridiculizando los avisos del FMI, la City, la OCDE, el Gobierno y al Banco de Inglaterra.
Enfrente, la campaña del «In» fue incapaz de articular un mensaje en positivo sobre Europa. El propio Cameron reconoció que él también era euroescéptico, al igual que Corbyn, quien apenas se implicó. Cameron y su ministro Osborne se limitaron a insistir en los riesgos de la ruptura: los ingresos por hogar caerán en 4.500 euros anuales, bajará el valor de las viviendas, subirá la cesta de la compra, se reducirá la inversión. Habrá recesión.
Los votantes prefirieron la emoción patriotera del hoy ya defenestrado Boris al cansino discurso del riesgo económico. El Brexit se impuso a caballo del sentimentalismo nacionalista y rechazo a los extranjeros: 51,8%-48,1% (17,4 millones de votos contra 16,1).
Tras conocerse el resultado, bolsa y libra cayeron con estrépito. La semana pasada incluso marcó un pico en diez meses. Los pronósticos de los grandes bancos quedaban en mal lugar. La entidad suiza UBS había vaticinado que el FTSE 100 se hundiría hasta los 4.900 puntos. Pero el Brexit había pasado y el índice se mantenía cómodamente sobre los 6.000. Los apóstoles del «Out» sacaron pecho. Comenzaron a ironizar sobre el apocalipsis del «Proyecto Miedo». En su artículo del lunes, Johnson despreció de la que llamó la mayor campaña de amedrentamiento desde la Segunda Guerra Mundial.

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