En la XI cumbre de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú, Chile y 49 países observadores)
La entrada de productos del extranjero permite que los países de la Alianza del Pacífico, en dólares, sean mucho más baratos que las carísimas Argentina y Brasil, por ejemplo. Pero también suelen tener salarios más bajos e índices de desigualdad muy altos.
El giro político de Latinoamérica está siendo mucho más rápido de lo esperado. La XI cumbre de la Alianza del Pacífico, en el paraíso chileno de Puerto Varas consagra el vuelco regional hacia la ortodoxia, con la llegada de Mauricio Macri a un organismo que apuesta por el libre comercio y que era un anatema para los Kirchner y todos los movimientos de la izquierda bolivariana ahora en retroceso.
Los giros en Latinoamérica suelen quedar inmortalizados en alguna cumbre. Nadie olvida la de 2005 en Mar del Plata, en la que Chávez, Lula, Kirchner y un Evo Morales aún en la oposición le dieron un portazo en la cara a George Bush, acabaron con el ALCA (un intento de tratado de libre comercio EU-Latinoamérica) y abrieron el periodo dorado de la izquierda regional.
La cumbre de Puerto Varas, con Macri como la gran estrella que ha devuelto al gigante argentino a la ortodoxia y todas las miradas en Brasil donde Michel Temer también protagoniza un giro al liberalismo, marca el final de la guerra a muerte con EU y los grandes centros financieros de poder que llevaron a cabo los líderes bolivarianos.
Argentina lleva menos de un mes como país observador de la Alianza, a petición de Macri, y su entrada en este club tardará, pero el acercamiento ya la ha convertido en la gran protagonista.
Latinoamérica está ahora dividida en varios grupos regionales entre los que la Alianza del Pacífico representa con más claridad la apuesta por el liberalismo. México, Colombia, Perú, Chile, que tienen 220 millones de habitantes y suponen el 40% del PIB regional, están liderados por gobiernos pro mercado -mucho más con la llegada a Perú del liberal Kuczynski, presente en Puerto Varas- y que tienen ya el 92% del comercio entre ellos sin ningún arancel.
Son países con fuerte comercio con el mundo y en general con sindicatos debilitados. En el lado opuesto está Mercosur, con los tres gigantes hiperproteccionistas Brasil, Argentina y Venezuela, con sindicatos muy fuertes, salarios más altos que la media y más de una década en manos de gobiernos de izquierda.