
(EFE).- Motivada por la historia de su rival, la selección mexicana enfrentará hoy a Argentina en el Mundial de Qatar confiada en que esta vez al final del partido sus hinchas no repitan la lapidaria frase: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”.
Será uno de los partidos más importantes de México en su historia porque tiene cuentas pendientes con la Albiceleste, a la que nunca le ha ganado en un torneo oficial, a pesar de que en ocasiones como el Mundial de Alemania 2006, los sudamericanos estuvieron cerca de ser eliminados por el Tri.
El partido de este sábado tiene buenos ingredientes: la obligación de los argentinos de ganar o por lo menos empatar para no ser eliminados, y el empeño de los mexicanos de demostrar que no son “easy, easy”, como los calificó el guardameta Emiliano ‘Dibu’ Martínez, el día del sorteo del Mundial.
Aunque tiene bajas sensibles como el delantero de Sevilla Jesús Manuel Corona y, pese a que el goleador Raúl Jiménez, del Wolverhampton Wanderers inglés, está lejos de su buena forma, México dejó buena impresión ante Polonia. Un problema de la selección de Martino es su baja producción de goles.