LA ARGENTINA DE MESSI, EL PRI DE ALITO Y MORENA DE HIDALGO

LA ARGENTINA DE MESSI, EL PRI DE ALITO Y MORENA DE HIDALGO

ALFIL NEGRO

El futbol tiene alguna semejanza con la política en su lógica que es medio rara, porque cuando se piensa que se tiene todo para ganar se pierde y cuando se piensa que se va a perder se gana, dependiendo de muchas circunstancias y hasta del factor suerte que juega un papel importante y ni se diga de la preparación, la decisión y la parte que tiene el árbitro y el VAR, que muchas veces deciden quién gana o quién pierde.

LA ARGENTINA DE MESSI en su juego contra Arabia Saudita era favorita de todos y lo que se preguntaba era por cuántos goles ganaría, pues Arabia no significaba ningún peligro para los maravillosos argentinos y más con el considerado uno de los mejores jugadores de este deporte Lionel Messi. Y sucede que ganó Arabia, ante la sorpresa de todos y la incredulidad de los argentinos que no acaban de entender cómo fue posible que pasara esto.

Haga usted de cuenta lo que le pasa al PRI DE ALITO que después de ser el partido invencible, algo así como la Argentina de Messi, de pronto se ha convertido en un flan en las luchas electorales por muchas causas, y una de ellas es la pésima dirección del campechano y compañía, que simplemente no han podido con el paquete y ambiciosos y abusivos lo han hundido en un hoyo, del que parece que no saldrá porque cada día qué pasa se hunde más y más.

Hubo un tiempo en que decir PRI era decir ganador y triunfador, pues nadie se le paraba enfrente dada su fuerza y poder.

Era el favorito en todas las batallas.

Ahora lucha para no extinguirse, en un escenario terrible de división y enfrentamiento en el que con abusos los dirigentes nacionales imponen su voluntad como en el caso de los consejeros de Hidalgo, a los que por su real gana los dejaron fuera, aunque falta lo que digan los tribunales sobre el caso.

MORENA HIDALGO vive sus tiempos de gloria y de poder, después de ganar la gubernatura que le arrebató al PRI que tuvo el bastón de mando por casi cien años, logrando la alternancia con JULIO MENCHACA.

Son sin duda buenos tiempos para MORENA, pero caminar con cuidado no es una mala actitud, porque dormirse en los laureles de la victoria y pensar que esto es para siempre, es jugar con fuego.

Basta ver lo que le pasó a la Argentina de Messi y al PRI DE ALITO.

Porque ya se sabe que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.

Una cosa es cierta, no hay invencibles en nada, aunque parezcan muy fuertes, porque tarde o temprano pierden.

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