
RELATOS DE VIDA
Habían empezado a correr los 10 minutos de receso para comenzar con la siguiente clase del horario académico, María aprovechó ese tiempo para ir al baño, y tenía que hacerlo rápido, no solo para regresar a su aula, sino porque en verdad ya estaba apretando, para que nada se le saliera.
Bajó del segundo piso, donde se encontraba su salón y corrió hacia el sanitario, afortunadamente no había tanta gente, así que ingresó casi de manera inmediata a un cubículo vacío y fluyó de la misma manera.
Ya estaba por terminar, tenía listo el papel del baño nada más para iniciar con su limpieza, pero una plática le llamó la atención, y permaneció unos minutos más sentada en el inodoro, para terminar de escuchar.
La conversación era entre dos amigas, o por lo menos compañeras de clase:
- Oye, escuché un rumor en el salón, pero mejor te pregunto para no regarlo más, porque no me gusta ser chismosa – preparó el terreno la joven.
- Claro, pregunta – respondió la protagonista del rumor.
- ¿Es cierto que estás embarazada? – soltó de golpe la pregunta.
- Sí, es cierto – respondió con una sonrisita incómoda.
- ¿Y qué dijo tu novio? – volvió a cuestionar la compañera.
- Está muy contento – contestó sin dudar.
- ¿Y vas a seguir estudiando? – prosiguió con el interrogatorio.
- Si, mi novio y yo ya lo platicamos, ahora solo me falta decirles a mis papás, y aún no sé cómo.
María, aún dentro, esperó una pregunta más, y al no escucharla, se apuró para limpiarse, subir el pantalón, bajar la manija de la taza del baño y salir del cubículo, para poder ponerle cara a la conversación.
Sin embargo, pese a que se apuró, ya no había personas en el baño, se lavó las manos para salir del lugar y alcanzar a ver a alguien afuera, pero ya no fue posible, las desconocidas se había ido, ahora solo le quedó correr hacia su salón porque ya era tarde y quedarse con la intriga.