Dioses de México

Dioses de México
Photo Credit To Cortesía

CINE DE MAÑANA

La cinta encargada de inaugurar la LXXII Muestra Internacional de Cine, Dioses de México del italiano Helmut Dosantos requirió la friolera de nueve años y quince diferentes filmaciones en casi toda la república.

El director no pretendía una narrativa tradicional, ni una visión turística de nuestro país, sino  presentar una visión de tradiciones ancestrales, sin el uso de diálogos o de música.

Divide el relato en cuatro episodios. En el primero, Los Diablos, recoge ceremonias y bailes.

En el segundo, el más ambicioso (filmado en blanco y negro), Rapsodia a los Cuatro Vientos, recorre la república, participando con los indígenas en sus ceremonias y consiguiendo imágenes insólitas.

El tercero, Blanco, nos muestra como labores como la de una salina prehispánica, no han cambiado a través del tiempo.

El último, Negro, entra a una mina para seguir el arduo trabajo de los mineros, realizado en precarias condiciones.

Se trata del primer largometraje del  realizador, luego de su corto Disidente, y se exhibió en el Ficunam.

Sin embargo, conviene señalar que se trataba de una versión recortada de 97 minutos y que ahora pasa una completa de 140 minutos.

El director, que radica en nuestro país desde hace más de una década, explica que México le recuerda su natal Italia, pues en muchos lugares no ha llegado el progreso, y se siguen haciendo las cosas como se hacían en el pasado, aunque en algunos lados se han perdido las tradiciones.

Dioses de México resulta, pues, un espectáculo de gran belleza, que se aprecia mejor en la pantalla grande y que no hay que perderse. 

Related posts