Allá hemos vivido siempre, aquí soñamos lo contrario

Allá hemos vivido siempre, aquí soñamos lo contrario

LAGUNA DE VOCES

Despertarse a las 4:00 de la mañana sin una razón aparente es asunto común entre la gente de edad, aunque si a eso agregamos la seguridad, de la que muchos dan testimonio, en el sentido de que algo de la conciencia se queda perdida en alguna parte, y no regresa a menos que se logre conciliar el sueño de nueva cuenta, luego entonces no es simple asunto de insomnio sino algo que rebasa en mucho la idea que casi todos tenemos de la vida. Porque en serio, cuando no se puede dormir de corrido hasta las 6:00 o 7:00 de la mañana, que es la hora en que buena parte de los pachuqueños se levantan, es signo inequívoco de que la vejez tocó a la puerta, pero también de que por vez primera en tantos y tantos años de practicar el ejercicio de ausentarnos de la vida, tiene otra razón de ser.

¿No te has despertado de pronto con la seguridad de que el sueño que antes gozabas por irreal, resulta que es más real que la vida que vives en vigilia? ¿No has caído en la cuenta de que tarde o temprano te vas a quedar varado en alguno de tus sueños, y que esperas con ansias, hasta ilusión, que sea ese donde eres feliz como nunca pudiste serlo? ¿No se te antoja ya no despertar?

Puede que, apenas pasados los días dedicados al recuerdo de los difuntos, alguien se adelante a decir, y casi jurar por todos sus antepasados, que se trata de la muerte, de la simple pero única muerte. Pero no, en serio que no es así, si no yo sería el primero en reconocer que las cosas son así de simples y rutinarias.

Va más allá de todo lo que hemos aprendido a lo largo de la vida, o lo que así llamamos. Para muestra, la noche de hoy, en el entendido de que ya rebasas los 60 años, haz todo lo necesario para no despertar a las 4:00 de la mañana. Así que no tomes agua, cena muy ligero, no prendas la tele o sácala de tu recámara si ahí la tienes. No te distraigas, y atiende cada una de las señales que verás en el sueño, pequeño, superficial o profundo. Como sea el resultado es el mismo.

Por principio de cuentas nada tiene que ver la muerte con lo que te digo.

Porque justo cuando estos pensamientos asaltan al durmiente, ese que se despierta sobresaltado, con los ojos espantados, y no es que sea incapaz de volver a conciliar el sueño, no. Es que poco a poco se da cuenta que en ese otro mundo es donde en realidad ha vivido siempre, y que además es muy, pero muy feliz de reconocer a cada uno de los que se le atraviesan en esa tierra única y bella.

Allá hemos vivido siempre. Aquí hemos soñado que soñamos ese otro lugar.

Algunos afirman que la epidemia de insomnio que azota a buena parte del mundo, en poco tiempo generará en esta que consideramos la “vida real”, las características que nos harán entender que en realidad esta es la tierra de los sueños, no buenos por cierto, pero tierra de sueños.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

Related posts